Aura Portilla: "Al segundo día de convivencia comenzó el maltrato físico, el martirio"

Aura Portilla tiene 44 años y es colombiana residente en Sevilla desde hace cuatro años. Ella es una de las nueve mujeres que han participado en la campaña “Vidas que cambian vidas” de la Junta de Andalucía. Víctimas de la violencia de género que han logrado salir de ese infierno y rehacer sus vidas. Mujeres que quieren que su historia sirva de ayuda a otras que estén pasando por lo mismo que ellas pasaron. Y de ello nos ha hablado en Despierta Andalucía.

“Después de haber transitado la violencia de género decidí que esta experiencia no es en vano y puede ayudar a mujeres que están viviendo ese terror, que vean en mí la valentía y la fortaleza y que se puede volver a ser feliz, que hay una vida que las espera, una vida de plenitud, como estoy viviendo yo ahora”. Aura Portilla nos ha hablado de su motivación para participar en esta campaña y también cómo fue su historia de lucha contra la violencia de género.

Violencia que empezó a sufrir sólo dos días después de llegar a España desde Colombia junto a su pareja. Ella es psicóloga de profesión. Trabajaban juntos en una universidad, iniciaron una relación y decidieron instalarse aquí y emprender en España su proyecto de vida juntos. “Al segundo día de convivencia me estaba duchando y en pleno invierno se apagó el calentador de agua, quería que me duchara con agua fría. Salí a reclamarle y preguntarle y sin darme cuenta ya me tenía en el suelo. Y ahí empezó el maltrato físico, el martirio”. Pero el desgaste psicológico, reconoce, había empezado mucho antes. “Al principio la manipulación es muy fina, no la percibes”, explica. “Bromas hirientes muy sibilinas, que no vi. Pero no me dejaba pensar con claridad, me metía mucha presión”. 

Cuenta Aura Portillo que entonces ella decidió buscar y contactar con dos mujeres que anteriormente habían tenido relaciones con su pareja. Mujeres que, según decía él, “eran malas y locas”. Descubrió que ambas también habían sufrido violencia y que denunciaron pero “en Colombia no las arropó el estado”. 

Y su mensaje a las mujeres que hoy pueden estar pasando por lo que ella pasó es claro. “Cerrar los oídos y ver las conductas de ese maltratador, pedir ayuda, hay personas dispuestas a escucharte, hay recursos públicos, acercarse a los centros del Instituto de la Mujer, hay líneas de atención 24 horas” a las que acudir.  Aura Portillo no quiere que su sufrimiento pasado sea en valde, quiere que otras víctimas aprendan de él para dejarlo también atrás.