El vicepresidente de la organización en Andalucía, Francisco José Sánchez, analiza en Despierta Andalucía este fenómeno, así como el aumento de migrantes en situación precaria y el hecho de que un 80% de las personas atendidas son mujeres.
El vicepresidente de Cáritas en Andalucía, Francisco José Sánchez, ha alertado en Despierta Andalucía del aumento de las personas con empleo que acuden a pedir ayuda porque sus ingresos no les permiten llegar a vivir dignamente.
“Es un fenómeno que hemos ido percibiendo en la red de Cáritas en Andalucía en todas las provincias en los últimos años”, afirma. “Hablamos de trabajadores pobres e incluso pensionistas”, explica Sánchez. “Son personas atrapadas en una precariedad que no les permite vivir dignamente. Personas que tienen que dedicar la mayor parte de los ingresos a necesidades básicas. Con la crisis inflacionaria y el crecimiento de precios, 7 de cada 10 euros tienen que ir a lo más inmediato y urgente y solo querían tres euros”, estiman desde Cáritas.
El aumento de este fenómeno está haciendo que acudan a pedir ayuda a Cáritas personas que nunca antes lo habían hecho “porque tener un trabajo les permitía vivir dignamente y que ahora vienen con todo el pudor y toda la vergüenza”.
En cada provincia andaluza entre 15.000 y 20.000 familias reciben ayuda de Cáritas. “Algunas familias llevan con nosotros más de tres años” y por eso -explica Sánchez- “también ponemos el foco en la cronificación de la pobreza, donde no hemos sido capaces de romper el círculo vicioso a pesar de ayudas como el ingreso mínimo vital”, lamenta.
La realidad en la geografía andaluza es diversa pero asegura que “hay cosas comunes en todas las provincias: en todas hay una bolsa de pobreza cronificada, acentuada y que después de muchos años con planes de trabajo no terminan de salir adelante”.
Y lo que también es común a todas las provincias es ese aumento de los pobres con trabajo que “vienen con la angustia de no poder hacer frente a los pagos de la vivienda”. Asegura que la vivienda se está convirtiendo para muchas familias en “un muro infranqueable” y que “más del 45% de las personas que pidieron ayuda a Cáritas fue para pagar o hacer frente a algún gasto relacionado con la vivienda”.
El vicepresidente de Cáritas también alerta de que aumenta el número de personas migrantes atrapadas en la precariedad “porque su situación no se resuelve y están “en el limbo administrativo”.
Y también destaca la “feminización” de la pobreza porque “son ellas las que más la sufren y también las que dan el paso de pedir ayuda”. Hasta el punto, señala, que casi el 80% de las personas que acuden a Cáritas son mujeres.