La misión de los mineros
Ocho mineros y unas condiciones de trabajo durísimas: picar a mano cuatro metros
En una jaula bajan 72 metros por relevos de dos en dos
A sus espaldas 15 kilos del equipo de respiración
Ellos son hoy los protagonistas. Con pico, pala y un martillo neumático que pesa 8 kilos han iniciado el descenso por el túnel, también llevan un equipo autónomo de respiración.
La cuadrilla de ocho mineros trabaja por turnos concentrada en un sólo objetivo. Han vivido estos últimos días planeando cómo será el rescate. No bajarán hasta el fondo, porque debe quedar un hueco que recoge los escombros.
Desde primera hora, la seguridad ha sido aquí tan importante como la rapidez. Nada se ha dejado al azar, a pesar de que a veces había que controlar los impulsos. Como ha dicho un voluntario,"estaríamos arañando" hasta llegar al niño.
Es por eso que los profesionales han convertido los alrededores del acceso al pozo paralelo en un gran centro de operaciones donde, desde esta mañana, sólo permanece el personal imprescindible. Además de los mineros, hay diez efectivos de la guardia civil, ocho especialistas en montaña y dos en actividades subacuáticas, y ocho bomberos encargados de la ventilación, 26 personas en total.
Los mineros han solicitado que un geolocalizador les indique la dirección en la que deben trabajar para que la puerta de la jaula coincida con el sitio en el que está el niño.
En total, se han removido 40.000 metros cúbicos de tierra y se ha hecho acopio de una gran cantidad de fuerza que ha remado en una sola dirección.
