En la costa de Granada los regantes no pueden usar los acuíferos, que se han salado por falta de lluvia. No se enfrentaban a una situación así desde hace 40 años
Los ganaderos también sufren los efectos de la escasez de lluvia. Con el calor y la sequía su producción ha bajado casi un 15 por ciento.
La sequía asfixia al campo andaluz. En la costa de Granada los regantes no pueden usar los acuíferos, que se han salado por falta de lluvia. No se enfrentaban a una situación así desde hace 40 años. Los ganaderos también sufren los efectos de la escasez de lluvia. Con el calor y la sequía su producción ha bajado casi un 15 por ciento.
Crecen los problemas también para los regantes de la costa de Granada. Con la falta de lluvia, los acuíferos están salados y no pueden recurrir a ellos para el riego. En las cuencas de los rios Jete, Seco y en Rio Verde, en Almuñécar, se producen la casi totalidad de chirimoyas de Andalucia. Este año las plantaciones están amenazadas por la sequía, que está salinizando los acuíferos a niveles incompatibles con la agricultura, como nos cuenta José Luis Ruiz Olivares, agricultor.
No es un problema nuevo. Ya en los 90 el agua salada llegó incluso al abastecimiento doméstico. Ya entonces se aplicaron medidas de emergencia como la recarga de los acuíferos. Los agricultores piden soluciones que al menos salven los árboles. La gran esperanza de la agricultura subtropical son las canalizaciones de Rules, que llevan reivindicando ya más de 17 años. Están en peligro ya la supervivencia de 4.000 hectáreas de plantaciones y el futuro de tres mil familias que viven de la agricultura. Mientras esperan soluciones de emergencia, los agricultores miran al cielo.
También miran al cielo los ganaderos. En la comarca de los Pedroches, en Córdoba, la sequía perjudica a los animales y está mermando la producción.
UNA SEQUÍA QUE NO SE VÉIA DESDE HACE 25 AÑOS
Hace un cuarto de siglo que los pantanos andaluces no tienen tan poca agua. Y es que lleva casi 100 días sin llover. Persiste el calor y la sequía. Los pantanos están en mínimos y las restricciones afectan ya a varias provincias andaluzas. La situación se agrava cada día que pasa. Por ello la Junta ha pedido al Gobierno que reúna con carácter de urgencia la mesa nacional de la sequía. Esta situación no se veía desde hace 25 años.
Desde finales del siglo pasado los pantanos del Guadalquivir no estaban por debajo del 25 por ciento de su capacidad. A pesar de ello, los dos más grandes, el de Iznájar, en Córdoba, y el del Tranco, en Jaén, desembalsan 2.000 millones de litros diarios para atender las necesidad de riego de los cultivos andaluces. Y lo seguirán haciendo hasta el próximo 30 de septiembre cuando se revise la situación. La comisión de desembalse, reunida esta semana, ha dicho que no puede salir ni un hectómetro cúbico más porque no hay agua suficiente para ampliar la dotación.
No cae una gota desde Semana Santa y hoy solo nos quedan un tercio de las reservas de agua. No hay más.