Introducían sus capturas en el mercado, con documentación fraudulenta a través de una empresa mayorista y restaurantes de Marbella.
Hay 8 personas investigadas.
La Guardia Civil ha desarticulado un grupo dedicado a la pesca furtiva de atún rojo en Málaga, que llegaba al mercado con documentación fraudulenta a través de una empresa mayorista de pescados y congelados.
En la operación han sido investigadas ocho personas por la supuesta comisión de delitos contra la fauna, contra la salud pública, relativo al mercado y a los consumidores y pertenencia a organización criminal, según ha informado este jueves el instituto armado en un comunicado.
Las pesquisas apuntan a que el grupo operaba en aguas de Málaga capital e introducía posteriormente las capturas de atunes en el mercado con documentación fraudulenta a través de una empresa mayorista de pescados y congelados de Málaga y de restaurantes ubicados en Marbella.
Pescadores y profesionales del sector de la pesca pusieron en conocimiento de la Guardia Civil que había personas ejerciendo de manera continuada la pesca furtiva. La captura de atún rojo está expresamente prohibida, por encontrarse en época de veda.
La Guardia Civil recuerda que este tipo de prácticas ponen en riesgo la salud de los consumidores de estos pescados, ya que carecían de todo tipo de control sanitario.
Durante la investigación se ha detectado la pesca furtiva de dieciséis ejemplares de atunes rojos, cuyos pesos aproximados oscilaban entre 70 y 200 kilos por ejemplar.
La investigación ha revelado las pésimas condiciones de salubridad de los vehículos utilizados para su transporte y las malas condiciones higiénico-sanitarias de algunos de los atunes, que fueron certificados por las autoridades sanitarias como "riesgo grave e inminente para la salud pública", por lo que podían causar intoxicaciones alimentarias graves a los consumidores.
Aparentemente, estos establecimientos eran conocedores de la procedencia ilegal de los atunes, pero aprovechaban su actividad empresarial y comercial para blanquear estos ejemplares falseando la información de su procedencia, lo que les aportaba grandes beneficios económicos.
En la actuación han sido intervenidas dos embarcaciones de recreo, dos vehículos, cinco cañas profesionales con sus respectivos carretes específicos para este tipo de capturas, dos sondas, dos bicheros, cebos, anzuelos, hilos de pesca, entre otros útiles, los cuales han quedado a disposición judicial.
Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han contado con la colaboración del Colegio Oficial de Veterinarios de Málaga, los Servicios de Sanidad Alimentaria del Ayuntamiento de Málaga, la Fundación del Aula del Mar de Málaga y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los cuales han aportado diversos informes periciales para sustentar los delitos imputados.
La operación ha sido dirigida por la Fiscalía de Medio Ambiente y los hechos están siendo investigados por el Juzgado de Instrucción número 3 de Marbella.