"Sheila Hicks. Hilos que viajan" es la primera monografía en España de la artista estadounidense, afincada en París desde mediados de los años sesenta.
La artista estadounidense Sheila Hicks (Hastings, Nebraska, 1934), pionera del arte textil, es la protagonista de la nueva exposición temporal del Centro Pompidou de Málaga.
"Sheila Hicks. Hilos que viajan" es la primera monografía en España de la artista estadounidense afincada en París desde mediados de los años sesenta.
La muestra, que se podrá contemplar hasta el 10 de septiembre, invita al público a explorar las diversas formas de su arte textil, que utiliza materiales como algodón, lana, lino y seda para esculpir, pintar y colorear el espacio.
Presenta la variedad del trabajo de Hicks a través de más de 60 piezas, que van desde obras de dimensiones arquitectónicas hasta pequeños tejidos, fotografías y películas. La exposición no sigue un recorrido cronológico, para favorecer una experiencia sensible y una inmersión más directa en el universo formal, material y cromático de la artista.
Más allá de la superación del modelo histórico de la tapicería, Sheila Hicks ha construido una obra inclasificable y ahora ineludible, que se mueve con soltura entre el arte, el diseño y la decoración, entre el legado modernista y las tradiciones no occidentales.
Alumna de Josef Albers en la Universidad de Yale (Estados Unidos), realizó un viaje a América del Sur a finales de la década de 1950 que para ella sería decisivo, y quedó fascinada por los tejidos precolombinos.
En este contexto, a partir de 1956 comenzó a realizar pequeños tejidos sobre un bastidor hecho por ella misma, que más tarde tituló 'Minimes'. Estas miniaturas son como poemas íntimos que constituyen también los bancos de pruebas de sus futuras creaciones.
En la década de los 60, Sheila Hicks amplió el marco de sus obras experimentando con el formato monumental y explorando la escultura y la arquitectura. En 1966 instaló su estudio en París y ese mismo año viajó a la región india de Kerala para trabajar en el diseño de varias colecciones textiles.
Además, participó en varias exposiciones, incluyendo "Wall Hangings" en el MoMA de Nueva York en 1969, donde presentó 'The Evolving Tapestry: He/She' (1967-1968), una obra abierta y evolutiva formada por pilas de elementos de lino y seda. Sus 'soft sculptures' (esculturas blandas) la acercan a los movimientos estadounidenses de la antiforma y el posminimalismo.
En 1970, el gobierno marroquí invitó a Sheila Hicks a trabajar con los artesanos del país. A Hicks le fascinó la cultura islámica y su vocabulario visual se enriqueció al contacto con las artes, la arquitectura, los zocos y la artesanía. Viajó a las comunidades rurales, donde aprendió a bordar y tejer con técnicas tradicionales.
Diseñó tapices murales que encajaban perfectamente con la arquitectura marroquí y su trabajo fue muy valorado por arquitectos y decoradores, quienes le hicieron encargos importantes, como las tapicerías del Boeing 747 o la torre IBM en el barrio de negocios de La Défense en Francia. En 1977, participó en los decorados de la famosa película "El resplandor" de Stanley Kubrick.
Sheila Hicks continuó trabajando a gran escala y adaptando sus obras a los lugares en los que se instalaban. En 1980, diseñó un entorno textil de 800 metros cuadrados con uniformes de soldados en Jerusalén, y en 1993 creó un bajorrelieve multicolor de 103 metros de largo para el vestíbulo de un teatro frente al monte Fuji en Japón.
A principios de la década de 2000, la artista se pasó a la fibra de acero inoxidable y comenzó a experimentar con nuevos materiales. También adoptó una nueva técnica que permite aplicar el color a alta presión sobre un tejido de poliéster, produciendo así una gran variedad de colores con efectos sin precedentes.
En la década de 2010, participó en numerosas exposiciones internacionales, como las bienales de Sao Paulo, Whitney, Sídney y Venecia.