El 22 de agosto es uno de los tres días del año en que se abre la urna que contiene los restos del patrón de la ciudad.
Los cuerpos de santa Ángela de la Cruz y de doña María Coronel también son objeto de devoción.
La ciudad de Sevilla custodia tres cuerpos incorruptos que generan una gran devoción popular. Se trata de las momias de santa Ángela de la Cruz, de doña María Coronel y del rey Fernando II el Santo.
Como todos los 22 de agosto, se han podido ver de cerca los restos del patrón de Sevilla, cuya urna se abre solo tres días al año. El 30 de mayo, aniversario de su fallecimiento, es otra de las jornadas en que el Ejército de tierra le rinde honores en la Capilla Real de la catedral hispalense. Con 8 siglos de antigüedad, es el cuerpo incorrupto más longevo de Sevilla.
En 1.411 murió la religiosa y aristócrata doña María Coronel. Fue un 2 de diciembre y ese es el único día del año en que se puede visitar su cuerpo en el convento de Santa Inés, fundado por ella. Una de las leyendas que giran en torna a su vida cuenta que se metió a monja y se quemó el rostro con aceite hirviendo para huir del acoso del rey Pedro I el Cruel.
El tercer cuerpo incorrupto venerado es el de otra monja, en este caso canonizada, santa Ángela de la Cruz. Es el más "joven" de los tres, con un siglo de antigüedad, y el de más fácil acceso. Cada día son muchas las personas los que se acercan a rezar en el convento que lleva su nombre.