Jóvenes trabajadores con oficios antiguos
Ya no es habitual pero hay jóvenes que han decidido seguir los pasos de sus mayores y dedicarse a oficios artesanos y, algunos, a punto de desaparecer.
Es el caso de Dani, afilador, o Antonio,, luthier.
El de afilador es uno de los oficios que están en peligro de extinción. Pero en pleno siglo XXI aún hay jóvenes que se lanzan a rescatar estas profesiones. Han elegido seguir los pasos de sus padres, de los que aprendieron todo lo que saben.
Dani, con tan sólo 30 años, recorre la provincia de Sevilla a lomos de su moto. Ha elegido dedicarse a lo mismo que a su padre y su abuelo. De ellos lo aprendió todo. Una identidad forjada desde su infancia. Es uno de los últimos afiladores de Andalucía.
También ha elegido seguir los pasos de su padre Antonio, de 17 años. En un momento en el que todos los adolescentes quieren ser ‘influencers’, se prepara para ser luthier. Antonio lo está aprendiendo todo de su padre sin dejar de soñar a lo grande.
A pesar de su juventud, Dani y Antonio tienen una gran responsabilidad: la de impedir que desaparezcan unos oficios en peligro de extinción.
