La naranja amarga, el nuevo biocombustible

Sevilla puede considerarse una potencia en el reciclaje de la naranja amarga, algo tan común en las calles de nuestras ciudades y pueblos de la provincia.

Solo en Sevilla capital hay más de cincuenta mil naranjos de este tipo, que producen decenas de toneladas de fruta, un material que se emplea en un proyecto piloto en la planta que la empresa de aguas hispalense, Emasesa, tiene en El Copero.

Aquí se consigue convertir el zumo de los cítricos, mediante un proceso de fermentación química, en metano, un biogás que se destina a autoabastecer de energía a la propia planta, al igual que otros material como el compost sobrante de diferentes aguas y productos residuales.

Este combustible alimenta los grandes motores de este centro para producir electricidad aun coste muy barato y totalmente sostenible en el cuidado del medioambiente.

Hay prevista la construcción en próximos meses de una segunda planta para el reciclaje de material para obtener compost que pueda ser utilizado como abono en las zonas agrícolas del sur de la provincia sevillana,