La falta de agua ha acabado este año con los arrozales de las marismas del Guadalquivir, hábitat natural de este crustáceo.
Las empresas de transformación están importando cangrejos desde Portugal.
Este año no habrá campaña del cangrejo rojo en las marismas del Guadalquivir. Los arrozales constituyen el hábitat natural de este crustáceo, pero este año la sequía no ha permitido sembrar arroz. Y, en consecuencia, los pescadores han tenido que buscar trabajo en otros sectores.
Es el caso de Jesús Estévez, uno de los pocos pescadores que quedan en la zona. En su improvisado taller de Isla Mayor (Sevilla) prepara sus redes para probar suerte con el cangrejo rojo a mitad de mes, que es cuando este crustáceo tendrá mayor tamaño.
Las lluvias que han caído estos días sabrán a poco en estas tierras agrietadas por falta de agua. Solo se ha podido sembrar de arroz un 2 por ciento de las más de 36.000 hectáreas que se cultivan en un año normal.
Las pocas tablas de arroz que han podido ser sembradas son aquellas que cuentan con pozo. Será en estos pocos arrozales donde los pescadores puedan echar sus redes.
Las empresas de transformación de cangrejo rojo de la zona están teniendo que importarlos de países como Portugal para seguir manteniendo la actividad.