Siete mujeres asesinadas este año en Andalucía, 32 en España, por violencia machista

La Delegación del Gobierno ha confirmado como crimen machista el asesinato de Amparo, la mujer de 58 años acuchillada en la barriada de Pino Montano de Sevilla capital. No hay constancia de denuncias previas.  El cuerpo de Amparo permanece en el Instituto de Medicina Legal de Sevilla donde se le va a practicar la autopsia que confirmará que recibió varias heridas de arma blanca en el cuello y que murió desangrada. Es la primera víctima de la violencia machista en Sevilla en 2024. Con este crimen, 32 mujeres han muerto por la violencia machista este año. Andalucía es, después de Cataluña, la comunidad con más asesinatos de esta naturaleza: siete.

Su agresor después intentó quitarse la vida. Fue él quien avisó a uno de sus hijos de lo que acababa de hacer. Acudió al domicilio paterno y descubrió el cuerpo de su madre. Acababan de vender el piso para volver a su pueblo, Cantillana. La estupefacción en el entorno de la pareja es total. 

A mediodía de hoy se ha convocado un minuto de silencio a las puertas del Ayuntamiento hispalense. Tras la confirmación, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha calificado este crimen como un hecho de dramático. En redes, Moreno recuerda que es obligación de todos erradicar este horror. Lucharemos para ello con todas nuestras fuerzas, ha dicho, y ha expresado sus condolencias a los familiares y amigos de la víctima.

De las 32 mujeres asesinadas por violencia machista este año, 27 de ellas no contaban con denuncias previas. Más de la mitad de ellas eran españolas, al igual que sus presuntos agresores. En Andalucía, y por provincias, Málaga es la que más víctimas ha registrado, con un total de cinco mujeres asesinadas, seguida de Granada y Sevilla con una víctima mortal cada una.

En cuanto a la violencia vicaria este año 2024 recoge la peor cifra desde que existen registros, agosto no ha concluido y en apenas ocho meses han sido asesinados 10 menores. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, insiste en la necesidad de acorralar al violento para acabar con la violencia machista.