La producción ha disminuido hasta el punto de tener invernaderos prácticamente sin flores. Y todo a las puertas de noviembre, un mes muy importante para las ventas por la celebración del día de todos los santos.
Los agricultores aseguran que tendrán que dejar los cultivos en tres años si no se da una solución para acabar con estos daños insectos.
Los agricultores de la flor cortada de la provincia de Sevilla están muy preocupados por la campaña de este año. Se ha visto mermada por dos graves plagas que han disminuido la producción, hasta el punto de tener invernaderos prácticamente sin flores. Y todo a las puertas de noviembre, un mes muy importante para las ventas por la celebración del día de todos los santos.
Las altas temperaturas de octubre han hecho que el temido "trips" de las flores se reproduzca con facilidad. Además, los fitosanitarios que pueden utilizar no son efectivos. Y a ello se añade otro gusano también muy dañino para las plantas.
Algunos invernaderos pueden dar una media de 500.000 tallos de claveles al año. Cifra impensable para esta campaña. Aún no se ha desarrollado un protocolo estrictamente biológico para controlar esta plaga. De no hacerlo pronto, y de contar con ayudas, los agricultores pronostican un futuro negro. En tres años, dejarán los cultivos por ser insostenibles.