Es la historia de un mozo de establo llamado Frank Hayes que, como el Cid Campeador, ganó una batalla después de muerto.
Su momento llegó el 4 de junio de 1923. Ante la falta de jockey, el propietario le propuso montar a su yegua, "Sweet Kiss".
Esta es una de las historias más insólitas y extraordinarias de la historia universal de los deportes. Es la historia de un mozo de establo llamado Frank Hayes que, como el Cid Campeador, ganó una batalla después de muerto.
Fue la primera y última carrera de su vida. Su única victoria, claro que él nunca lo supo. Irlandés emigrado a los EEUU, Fran trabajaba como mozo de establo en Belmont Park, Nueva York.
Su momento llegó el 4 de junio de 1923. Ante la falta de jockey, el propietario de la cuadra le propuso a Frank montar a su yegua, "Sweet Kiss".
El problema era el peso. Debía rebajar 5 kilos en apenas cuatro días. Fran llegó exhausto a la carrera. Incluso le tuvieron que ayudar a subir al caballo.
Pero aún así, ganó la carrera. Cruzó la meta tumbado sobre el lomo de la yegua. No lo celebró. Lo descendieron del caballo y allí mismo el médico certificó que estaba muerto.
Un ataque al corazón lo fulminó pocos metros antes de la meta. A la yegua, que ya no volvería a correr nunca más, su dueño le cambió el nombre por el de Sweet Kiss of Death, "el dulce beso de la muerte".