Primer año de Antonio Fernández Monterrubio al frente del Córdoba CF

Se cumple el primer año de la gestión de Antonio Fernández Monterrubio al frente del Córdoba CF, un periodo en el que ha ejecutado un modelo de gestión rupturista respecto al de su antecesor.

Contratado por la propiedad para controlar el gasto del club y hacerlo más eficiente, ha protagonizado un papel más intervencioninista en el apartado deportivo. Creó una comisión en la que él tiene la última palabra basándose en el asesoramiento de César Sánchez, con mando en plaza en la gestión deportiva junto a Juanito y Raúl Cámara.

Este primer año viene marcado por la buena temporada del primer equipo, que está muy cerca de volver al fútbol profesional.

En política de cantera, ha cambiado a sus responsables y son muchas las voces críticas que demandan más apoyo y cariño a los escalafones inferiores de la entidad.

Con un perfil hermético y discreto, está a punto de conseguir la cesión del estadio, que ya está encauzada, mientras trabaja en el proyecto de la futura ciudad deportiva.

En el aspecto social, ha creado un registro de las peñas, para tenerlas más organizadas. Otro caballo de batalla ha sido la rescisión del contrato con la firma italiana Givova.

Muchas tareas por delante tiene Monterrubio. Vendrán condicionadas por el ascenso del club blanquiverde a Segunda.

Mientras tanto, en la entidad preocupa la escasa afluencia de público al estadio del Arcángel ante el Sanluqueño, cuando se registró la peor entrada de la temporada. Ha puesto en marcha una iniciativa por la que facilitará 600 entradas a un precio de 7 euros a las peñas del club para que estas puedan llevar a no abonados al estadio.