Murió en 2021
Murió en 2021

Juicio con jurado popular en Valencia a la acusada de matar a su pareja a base de laxantes

La víctima murió por diarrea crónica y deshidratación severa.

La mujer también expolió sus cuentas bancarias antes de que falleciera.

La fiscalía pide 28 años de prisión por asesinato, estafa y falsedad.

CANAL SUR MEDIA 11 junio 2024

Un tribunal popular juzga desde este lunes en la Audiencia de Valencia a una mujer acusada de ocasionar la muerte a su pareja sentimental, un hombre de 68 que tenía diagnosticados varios trastornos médicos, tras supuestamente suministrarle grandes cantidades de laxantes sin que él lo supiera.

El jurado determinará si en el verano de 2020 la procesada comenzó a darle los medicamentos a la víctima, que fue hospitalizada en septiembre del mismo año y pasó cuatro días en la unidad de cuidados intensivos, y si al volver a casa continuó con el suministro de laxantes, lo que provocó un nuevo ingreso hospitalario.

La víctima desarrolló una diarrea crónica y falleció el 16 de abril de 2021. Entre octubre de 2020 y hasta la muerte del hombre, la procesada habría realizado hasta 152 extracciones de dinero de cuentas corrientes de la víctima y habría realizado compras con tarjetas de crédito del hombre por valor superior a los 120.000 euros.

En la primera sesión del juicio, la acusada ha negado los hechos de los que se la acusa y ha mantenido que su pareja falleció de una infección en la aguja de la vía que le pusieron en el hospital para administrarle comida. Asimismo, ha afirmado que "tenía su autorización" para usar sus cuentas bancarias.

La acusada, Mari Carmen, tenía 49 años cuando inició su relación con la víctima, Salvador, un viudo de de 68 años que tenía diagnosticados varios trastornos médicos. Durante el tiempo en que el hombre estuvo hospitalizado y hasta su muerte ella llegó a comprar más de mil comprimidos de Dulcolaxo, más de 500 unidades de Evacuol y otras 500 de Seguril.

La víctima desarrolló una diarrea crónica funcional y refractaria a cualquier tratamiento y una deshidratación y deterioro progresivo hasta que falleció por un shock séptico severo causado por "las complicaciones secundarias al cuadro diarreico que presentaba provocado por la acusada por la administraciones continuada de laxantes".

La Fiscalía pide inicialmente para la acusada un total de 28 años de prisión -23 años por el delito de asesinato y otros cinco años y tres meses por estafa y falsedad-, así como el pago de 30.000 euros a cada uno de los dos hijos de la víctima. Por su parte, las acusaciones particulares, que representan a los hijos del fallecido, elevan la petición de pena a 31 años y la defensa solicita la libre absolución.

El fiscal ha señalado que Salvador estaba "económicamente bien situado" y aunque "delicado" -tenía reconocida una incapacidad permanente, padecía de diabetes y había sufrido infartos cerebrales- llevaba "una vida apacible y con calidad óptima", al contrario que la acusada a la que "no le constaba trabajo remunerado ni ingreso propio".

Así, ha afirmado que en el hospital le hicieron todo tipo de pruebas para determinar la causa y paliar la diarrea, pero "no lo averiguaron porque no sabían que le estaban dando laxantes mortales: sin diarrea no hubiera habido un fallo multiorgánico y sin laxantes no hubiera habido diarrea". Ha asegurado que la acusada "tuvo suerte con su plan" porque "estos productos son muy difíciles de detectar porque rápidamente se eliminan".

Por su parte, las acusaciones particulares han señalado que la mujer primer "aisló familiar y socialmente" a su pareja y cuando ya estaba en esta situación "de desprotección le suministró los laxantes que acabaron con su vida y le vació las cuentas". Es más, ha asegurado que "no es la primera vez que lo hacía: Con una anterior pareja hizo lo mismo y los repitió con una tercera persona". 

Por contra, la defensa ha señalado que la acusada "ha sido prejuzgada en los medios por una versión torticera de la acusación": "Sería muy buena película, no se basa en hechos reales, son absoluta ficción".

Por su parte, la acusada, que solo ha contestado a su abogada, ha asegurado que estaban muy enamorados, incluso él le pidió matrimonio cuando estaba hospitalizado. Comenzaron a vivir en su casa, pero el 14 de marzo de 2020, cuando se decretó el confinamiento por la pandemia, se decidieron mudarse a casa de él en La Canyada. En una casa anexa en el mismo terreno vivía la hija de Salvador y su nieta.

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