El broche de oro a esta jornada de máximo reconocimiento institucional lo ha puesto la entrega de las once medallas de Andalucía.
El escenario del Maestranza ha reunido a los distinguidos por su excelencia en la cultura, la investigación, la empresa o la solidaridad.
Este 2019 también, se ha reivindicado y mucho Andalucía.
El cambio de signo político en el gobierno ha impregnado los fastos del 28F pero ha mantenido la esencia de la reivindicación de Andalucía como símbolo de la igualdad dentro de un estado autonómico que hace aguas.
Reivindicaba el presidente de la Junta en su discurso en el Teatro de la Maestranza ante los premiados con las Medallas y los Hijos predilectos, la presidenta del Parlamento en su intervención y cuatro de los de los cinco portavoces parlamentarios. Lo hacían sindicatos, empresarios, artistas... todos. Todos, menos Vox. De nuevo, insistía en lo nefasto del Estado Autonómico y, también de nuevo, y con la bandera andaluza de paño presente, abogaba por eliminar el 28F y dejar el 2 de enero para 'reconquistar' un único país libre de "miniestados".
Quizá por eso, porque la actual conformación del estado se ve amenazada por las fuerzas centrífugas de los independentismos y por las centrípetas de Vox, que puede acabar dominando la escena política el 28A, todos los que sí creen en la autonomía se empeñaban este día de Andalucía en hablar de autonomía, de libertad, de igualdad... como advertencias a quienes amenazan el statu quo.
El Parlamento fue el primer escenario de los actos institucionales, pero donde el 28F brilló de verdad fue en el Teatro de la Maestranza. Allí se entregaban las distinciones de Medallas de Andalucía e Hijo Predilecto. Con dos momentos musicales especiales, cuando el medallista Antonio Martín se ha unido a una comparsa y cuando Pastora Soler ha cantado el himno de Andalucía.
Antonio Martín García, desde el corazón del barrio gaditano de la viña, uno de los autores más prolíficos en el arte de componer un millar de coplas y uno de los más laureados de la historia del Carnaval. Antifaz de Oro en 1981 y pregonero. Era acompañado por los sones de una comparsa.
Reconocimiento también en otra faceta extensiva para la música en el granadino Pablo Heras-Casado. Su batuta ha dirigido a las principales orquestas de música internacionales, como la orquesta filarmónica de Viena. Además, asistente de la Joven Orquesta Nacional de España y fundador la Orquesta Barroca de Granada.
De la escena, también galardón para la actriz Inmaculada Cuesta. Nació en Valencia pero creció en Arquillos, un pequeño pueblo de Jaén. De ahí, a los 18, a la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba y desde entonces una rutilante carrera en cine y televisión.
Medalla de Andalucía también para la Fundación Aguilar y Eslava, desde Cabra, en Córdoba. Uno de los centros más antiguos de España. 340 años de historia. Por sus aulas han pasado personalidades como Niceto Alcalá-Zamora o el propio Blas Infante. Al escenario, el director del Instituto Francisco Ortiz y Salvador Guzmán, su presidente.
Y una Pastora Soler muy emocionada. Comenzó su carrera artística con solo 8 años versionando coplas. Un extensa y dilatada trayectoria musical dando estilo al pop, el flamenco y la canción española y llevando el nombre de Andalucía a medio mundo. Desde su Coria del Río natal, en Sevilla, su inmensa alegría por ester reconocimiento.
En el ámbito social, medallas a la Brigada de Salvamento minero de Asturias que trabajó en el pozo de Totalán y al Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS), a Cáritas Regional de Andalucía y a la IV Zona de la Guardia Civil, la más repartida, el general Manuel Contreras.
El colectivo de trabajadores del espacio natural de Doñana ha recogido una medalla y una empresa de Níjar, Biosabor, líder en alimentación ecológica.
Once medallas simbólicas que premian a miles de personas que trabajan para todos los andaluces.