Bermejo: "La salud, más que la edad de los mayores, determina el riesgo a salir a la calle"

España se prepara para la desescalada, los niños en sólo unos días volverán a la calle aunque sea de una manera controlada pero qué va a pasar con los mayores. Son el principal grupo de riesgo y necesitan todas las garantías para dejar el confinamiento. Para responder a esta pregunta y otras, hemos entrevistado a Lourdes Bermejo, vicepresidenta de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.

¿Qué precauciones tienen que tener cuenta las personas mayores cuando puedan salir?

Lo primero es darles una información buena porque las personas mayores son personas adultas que necesitan la información para saber qué riesgos pueden correr.

Las personas mayores de 65 años son muy variadas: hay un intervalo de edad de 30-35 años con condiciones de salud y capacidades muy diferentes. Entonces, habrá personas que valorarán bien sus condiciones de salud, sus riesgos y las necesidades de salir. Por supuesto, tendrán que protegerse muchísimo, como el resto de la sociedad; por ejemplo, mantener la distancia de seguridad, y no olvidar las medidas de higiene de vuelta a casa. 

La edad no es un criterio que nos haga realmente homogéneo. Hay personas de 65 años con pluripatologías y otras de 80 que están como una rosa. Lo que es verdad es que la edad va en contra de la capacidad de defenderse de un virus tan agresivo.

En general, son personas que saben autocuidarse, con sentido común y muy responsables y cumplirán las normas que las autoridades sanitarias les diga. 

RESIDENCIAS

La COVID-19 se ha cebado con algunas residencias donde se han vivido situaciones muy dramáticas. ¿De quién es la responsabilidad? Bermejo matiza que las residencias son lugares para vivir y que prestan un servicio de apoyo. Ante esta situación de pandemia, no se puede pedir a un equipamiento de carácter social que dé una respuesta sanitaria. Añade que hay cosas que han fallado pero hay que ver dónde están las responsabilidades de cada uno de los dispositivos y de las autoridades sanitarias.

SOLEDAD

La soledad puede llegar a ser tan dañina como un virus, pero una simple videollamada puede ser de gran ayuda. El problema es que muchos mayores que viven solos no controlan la tecnología.

Para Bermejo es un problema importante que llevan denunciado desde hace tiempo. Asegura que esta brecha digital, la no capacidad de conectarse, es un riesgo de exclusión social.

En una situación de aislamiento y soledad forzada es aún más grave. Lamenta que "no se hayan desarrollado estrategias, sobre todo, hacia los mayores -más mayores- que son los que más dificultades tienen".