El olfato de un perro y la visión aérea de un dron pueden facilitar las labores de búsqueda de personas y aumentar la probabilidad de encontrarlas vivas.
Si juntamos el fino olfato del perro y la amplitud de visión aérea que nos da un dron, tenemos la mejor herramienta para buscar a personas que se pierden por campos y montes.
Este martes en Sierra Nevada se ha desarrollado un entrenamiento conjunto de drones y perros. El objetivo es encontrar vivas en el menor tiempo posible a las personas que se pierden.
La sección canina de Protección Civil de Motril y la Asociación de Guardías Civiles Solidarios han empezado a hacer prácticas conjuntas para adaptar a los canes al ruido de los drones y a sus pilotos a la forma en que rastrean los perros entrenados en buscar personas.
El tiempo de rastreo es menor que en una búsqueda convencional. Se trata de alguna manera de "mezclar" y "fundir" las nuevas posibilidades que nos ofrecen el can y el dron.
El próximo objetivo que se plantea es comprar un dron dotado de una cámara termográfica, para poder buscar también de noche.
Ahora el propósito es extender esta técnica de búsqueda conjunta a otros territorios.