Buen compañero, buen profesional, buena persona. Su muerte ha llenado las redes sociales de mensajes, entre ellos del presidente de la Junta, del director general de la RTVA, y de todos los ámbitos en los que se le conocía, se le admiraba y se le quería. Desde los micrófonos de esta casa ha narrado y contado muchas historias, pero sin duda, una de las que más han llegado al alma ha sido la suya propia. Decía en una de sus últimas entradas a su blog: "Me viene la determinación para encontrar a diario trocitos de paraíso y no paredes de infierno". Toda una inspiración para seguir adelante, siempre con esperanzas.
Valentín ha muerto de cáncer, con todas sus letras. Sus 22 meses de resistencia han valido la pena.