Yokohama, Japón, es el destino de cien olivos, algunos superan los 300 años, que parten de Écija para embellecer los parques de la ciudad japonesa.
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“Tierra y Mar” dedica uno de sus reportajes a una empresa familiar que ha convertido la belleza escultórica de los olivos improductivos en negocio. Un idea que surge cuando el padre de Bernardo, actual gerente de Olivos Ornamentales, se negó a convertir en leña algunos olivos de más de cien años por su hermosura. Así surge esta empresa que da una segunda vida a estos árboles.