Karim El Baqqali admite que pilotaba la lancha que mató a dos guardias civiles en Barbate
El acusado, que ha pasado este viernes a disposición judicial, también asegura que fue "un accidente" y ha pedido perdón a las víctimas y sus familias.
Karim el Baqqali ha pasado siete meses escondido en Dalía (Marruecos). Según la investigación, recibió amenazas de las mafias del Estrecho que le habían dado la espalda conscientes de la presión policial que le rodeaba
Karim El Baqqali ha admitido en sus declaraciones ante la Guardia Civil quepilotaba la narcolancha que el pasado 9 de febrero mató a dos agentes de la Guardia Civil en el puerto de Barbate, en lo que ha descrito como "un accidente".
Ha pedido perdón a las víctimas y sus familias, según ha relatado su abogado, quien, en la madrugada de este jueves, le acompañó cuando se entregó a la Guardia Civil en la playa de la Hierbabuena de Barbate.
Este extremo ha sido relatado en la puerta del Juzgado de Barbate por el letrado de la familia de una de las víctimas, Miguel Lozano, quien ha subrayado que El Baqqali, que este viernes ha sido puesto a disposición judicial, se entregó a la Guardia Civil en Barbate, acompañado de un abogado.
Karim el Baqqali ha pasado siete meses escondido en Dalía, una localidad marroquí cercana a Ceuta. Durante este tiempo, según la investigación, Baqqali recibió amenazas de las mafias del Estrecho que le habían dado la espalda conscientes de la presión policial que rodeaba al presunto autor del asesinato de los dos guardias civiles.
Él ha relatado -en respuesta a las preguntas del juez, el fiscal y su abogado - que ha decidido entregarse cuando ha visto que su seguridad y la de su familia quedaba garantizada.
El cerco cada vez mayor de la Guardia Civil sobre él y la colaboración de Marruecos han sido factores decisivos para que decidiera entregarse. Viajó de Marruecos a Algeciras y de madrugada se entregó, junto a su abogado, en el cuartel de Guardia Civil de Barbate.
Según las fuentes, ha dicho que cuando ocurrieron los hechos llevaba un mes en el mar y varios días sin dormir, a bordo de una narcolancha en la que su función no era ser piloto.
Aquel día la narcolancha fue al río Guadalquivir a repostar combustible. Y allí, según su versión, el piloto de la "goma" se marchó.
Después -ha contado- la organización le presionó y amenazó para que cogiera los mandos de la narcolancha y la llevara a Barbate.
Ha contado que tuvo miedo e intentó marcharse cuando aquella noche vio la embarcación de la Guardia Civil, que acudió a la bocana del puerto para identificar a las tripulaciones de las cinco narcolanchas que se habían refugiado allí del temporal.
Según su versión, al intentar huir fue cuando se cruzó en su camino la lancha de la Guardia Civil.
