El presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras ha defendido en Despierta Andalucía que "ha llegado el momento de plantar cara a Bruselas" porque las medidas que se imponen a la flota mediterránea son inasumibles.
El presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAAPE), José María Gallart, ha propuesto en Despierta Andalucía que España no aplique el reglamento aprobado por la Comisión Europea sobre la pesca de arrastre en el Mediterráneo.
"El Gobierno de Italia ya le ha dicho a sus pescadores que no va a aplicar las medidas, que prefiere pagar las multas de estado antes que perjudicar a su sector", ha apuntado Gallart, quien reconoce de antemano que no esperan que el Gobierno español esté dispuesto a seguir ese camino.
"Ha llegado el momento de plantar cara a Bruselas y si, oye, hay que tomar copia de lo que hace Italia, que es un país europeo como España, pues igual es el camino que tenemos que seguir", defiende el representante de los armadores andaluces.
Y es que Gallart mantiene que el acuerdo para la pesca de arrastre que se acaba de cerrar en Bruselas "es malo, es inasumible porque está convencido de que los armadores no tienen capacidad para cumplir las medidas que deben aplicar para mantener los días de pesca.
"Cuando el ministro nos dijo que se había recuperado el 100 % de los días no decía la coletilla. Tienen que ser los 556 barcos de la flota española del Mediterráneo los que lleven a cabo el cambio de malla", explica.
"Llega un momento en que es inasumible, porque después de seis años de recortes y 130 días de media de actividad, ¿qué más se nos puede a los pescadores para seguir haciendo nuestra actividad y aportar la proteína animal más sana que hay en el mercado?", se pregunta el presidente de la FAAPE.
"La realidad de este acuerdo es que hay embarcaciones que no van a poder plantearse salir a la mar". Gallart está convencido de ello y -añade- "el ministro debería ser valiente y decirlo".
"Es una situación crítica y el lobo ya está aquí. A partir del 1 de enero el sector se sentará con paciencia y verá hasta donde llegar". Y preguntado por los efectos indirectos de ese nuevo reglamento que restringe el arrastre en el Mediterráneo, Gallart está convencido de que "la Unión Europea indirectamente con esto beneficia a las flotas de terceros países".
En cuanto al coste de las medidas que el nuevo reglamento impone a los barcos para mantener los días de faena, Gallart señala que sólo las llamadas puertas voladoras "tiene que hacer el armador una inversión de 60.000 euros y a lo máximo que puede llegar la ayuda es a un 75 %. El resto lo tiene que aportar el armador. Esto conlleva tres días de pesquería al año. Los números son muy claros". A eso añade que "el dinero no se paga por adelantado. La inversión hay que hacerla, justificarla y, con suerte, a los siete u ocho meses recuperas parte de la inversión".
"El sector pesquero está cansado de las palabras ayudas y subvenciones, el sector pesquero lo que quiere escuchar es posibilidades de trabajo. Los barcos se han hecho para poder pescar. El caladero puede sostener perfectamente la capacidad pesquera que tiene nuestra flota". Es la reflexión que deja Gallart tras la aprobación de este reglamento, convencido de que "los números no va a salir". En España son 556 buques y 17.000 familias afectadas, 5.000 de ellas andaluzas que dependen de un centenar de embarcaciones.