Ha archivado la causa contra 4 ex altos cargos, que ya han sido condenados por la pieza política: los ex consejeros Fernández, Viera y Vallejo, y el ex viceconsejero Barberá
Tras sucesivas crisis, Santana pasó a manos de la Junta que, tras invertir 600 millones de euros, presentó un proyecto de futuro que acabó fracasando. Cerró sus puertas en 2011
Ya ha terminado la instrucción de una de las piezas más importantes de la macrocausa de los ERE: la de las ayudas a Santana Motor. El juez ha archivado la causa contra 4 ex altos cargos, que ya han sido condenados por la pieza política: los ex consejeros Fernández, Viera y Vallejo, y el ex viceconsejero Barberá. Y ha procesado a diez personas por las presuntas irregularidades que hubo en las ayudas de 100 millones de euros, que, entre 2001 y 2010 se dieron a Santana Motor. Ahora, la fiscalía y las partes tiene 20 días para presentar sus escritos.
Durante más de medio siglo, Santana Motor fue el corazón de Linares. Se creó en 1956 con el nombre de Metalúrgica de Santa Ana, fabricando maquinaria agrícola. Cinco años después nació en esta planta el mítico Land Rover, que se convirtió en el todoterreno más popular de España y que, todavía hoy, vemos rodar por muchos caminos rurales. Eran los años más gloriosos de Santana, cuya plantilla llegó a rondar los 5.000 trabajadores, que tenían su propio economato e, incluso, una escuela de aprendices.
A principios de los ochenta, llegaron los japoneses a la empresa, interesados en producir y comercializar modelos más modernos. A la marca Santana se unió el nombre de Suzuki y se empezaron a fabricar los Samurái, Vitara y Jimny. Sin embargo, en 1994, la firma nipona anunció su marcha alegando la baja productividad de la planta.
Un año después, Santana pasó a manos de la Junta de Andalucía que, tras invertir 600 millones de euros, presentó un proyecto de futuro que acabó fracasando. Santana cerró sus puertas en 2011 pero, 12 años después, los procedimientos legales continúan, debido a las presuntas irregularidades en las ayudas concedidas.