El acusado, que presenció la muerte de su progenitor, era menor de edad cuando cometió los hechos por los que se le juzga.
La defensa asegura que fue un homicidio sin premeditación y la acusación que se trató de un asesinato por venganza.
El Juzgado de Menores de Huelva celebra este martes la segunda y última sesión del juicio al acusado de matar de una paliza el pasado mes de febrero a un anciano que había sido condenado por la muerte de su padre cuatro años antes. El presunto autor del crimen al que ahora se juzga, era menor de 17 años cuando ocurrieron los hechos.
En la vista oral, la defensa ha insistido en que le dio la paliza al fallecido por un "arrebato" provocado al ver en la calle al asesino de su progenitor, cuya muerte el menor había presenciado. Pide, por tanto, la defensa que se considere homicidio y no asesinato por venganza, como solicitan los familiares del fallecido. En cinco días se hará pública la sentencia.
El joven acusado ha declarado en esta segunda jornada del juicio a petición de su abogado defensor, Juan Manuel Moreno. Insisten en que no fue premeditado y que tuvo mucho que ver la gestión de las emociones de un menor que presencia cómo matan a su padre y que tiene la sensación que su asesino confeso ha quedado impune, según ha explicado el abogado tras la vista.
La familia del fallecido considera, por el contrario, que se trató de un acto de venganza premeditada. En mayo de 2020 el ahora acusado presenció como un hombre mataba a su padre de un disparo de escopeta porque cogieron habas de un huerto. El autor de esos disparos condenado por el crimen pero cumplió sólo un año debido a sus problemas de salud.
Y fue cuatro años después cuando el hijo de la víctima propinó una paliza mortal en plena calle al condenado por la muerte de su padre. Se enfrenta a una pena máxima de 8 años de internamiento y 5 de vigilancia en caso de que sea considerado asesinato.
El acusado tiene ahora 18 años pero aún era menor cuando ocurrieron los hechos por los que ahora se le juzga.