Donar órganos es un acto de generosidad que transforma vidas. Como le sucedió a María José Garzón, quien experimentó cómo su hija Carmen recibió un trasplante y luego ella se convirtió en su donante viva. Ahora le toca luchar por otros tras la marcha de su hija, pero sigue diciendo que no hay nada más gratificante que salvar la vida de alguien a quien queremos. "Pude disfrutar de mi hija 14 años", nos cuenta en este reportaje en el que también interviene Manuela Cid Cumplido, coordinadora Sectorial de Trasplantes Sevilla-Huelva.