El jugador ha pasado el fin de semana en prisión donde ingresó sin posibilidad de fianza por orden de la jueza que lleva el caso.
Sus contradicciones frente la solidez del testimonio de la víctima motivaron la decisión.
La Generalitat ha trasladado al futbolista Dani Alves de cárcel para garantizar la seguridad y la convivencia. El jugador ha pasado el fin de semana en prisión y sin fianza, acusado de una agresión sexual en una discoteca en Barcelona. Ahora podría cambiar de abogado y de estrategia para eludir la prisión. La joven que le ha denunciado ya ha renunciado a cualquier posible indemnización.
En la prisión de Brians 1, que acoge en Cataluña a los presos preventivos, ha estado ingresado Dani Alves todo el fin de semana. Ahora la Generalitat ha acordado trasladarlo a Brians 2, el cambio se produce porque dispone de módulos residenciales más pequeños, lo que permite garantizar mejor la seguridad y la convivencia.
Este lunes finaliza el plazo para que presente un recurso contra la prisión provisional y sin fianza que ordenó la jueza de instrucción. La capacidad económica del jugador y la posibilidad de viajar a su país de origen, Brasil, con el que no ha convenio de extradición, incrementa el riesgo de fuga de la justicia española.
Está acusado de una agresión sexual a una joven en una discoteca. Unos hechos de los que el jugador a dado hasta tres versiones y con contradicciones. Primero negó conocer a la joven que le ha denunciado. Más tarde reconocería un encuentro con consentimiento. Y es que las cámaras de la discoteca habrían grabado como el jugador permanece 15 minutos en un baño con la joven... que luego sale llorando.
Según el relato de ella, es en ese momento cuando se produce la agresión sexual. El auto de la jueza califica su testimonio como contundente y coincide con los indicios recabados por los Mossos. Con la denuncia se habría aportado un informe médico, pruebas biológicas del cuerpo y la ropa de la joven y también se habrían recogido muestras del baño donde supuestamente ocurre la agresión.
Ahora el jugador está estudiando cambiar de abogado y de estrategia para eludir la prisión. Mientras que la presunta víctima ya ha renunciado a una posible indemnización.