Este sábado 29 de noviembre es el Día Mundial del Ictus, una enfermedad más conocida como derrame cerebral cuya incidencia se prevé que aumentará en un 34% durante los próximos diez años.
Actualmente el ictus es la primera causa de discapacidad y la segunda de muerte y de deterioro cognitivo. Es una enfermedad que solo en Europa aumentará un 34% en la próxima década. Sin embargo, los neurólogos, en el Día Mundial del Ictus, insisten en que 9 de cada 10 casos se pueden prevenir si tomamos las medidas oportunas.
Los datos sobre el avance del ictus son desalentadores. Por poner un ejemplo, en nuestro país se producen 110.000 casos al año (17.000 en Andalucía), de los que el 15% acaban en muerte y un 30% en dependencia funcional. Es la primera causa de mortandad en las mujeres y la segunda en los hombres.
El ictus es una afección médica que produce la muerte de las células porque la sangre no llega al cerebro. Los hay de dos tipos: isquémico y hemorrágico. Las causas de su origen son numerosas. Sin embargo, tratamientos para revertir su síntomas, pero sobre todo, lo importante es la prevención, donde descansan las esperanzas de los especialistas para frenar al que también se conoce como infarto o derrame cerebral. "Tenemos que cuidarnos en el día a día y evitar el alcohol, el tabaco, las drogas, la obesidad haciendo ejercicio y controlar la hipertensión, el colesterol y la diabetes", como cuenta el doctor Francisco Moniche, jefe de la Unidad de Ictus en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Con motivo del Día Mundial del Ictus las sociedades española y andaluza de neurología han lanzado una campaña para concienciarnos sobre los estragos de esta enfermedad.