Empezar de cero tras el paso de la DANA

La riada ha arrasado con las vidas de miles de personas por eso los voluntarios no tienen ni un minuto que perder.  Desfallecer no es una opción aunque, diez días después, están muy cansados. El motor que le impulsa es recuperar su normalidad y su vida.

Una de las historias que más ha sorprendido en medio de tanta destrucción ha sido la de la residencia de ancianos de Sedaví, donde los 124 residentes se salvaron gracias al esfuerzo de sus cuidadoras, que los subieron a pulso por las escaleras a la primera planta cuando el agua comenzó a entrar en el centro.

En este pueblo, muy cerca de la capital valenciana han sido muchos los que se han acercado hasta la oficina móvil de la policía para obtener un duplicado del carné de identidad, porque no todos lo llevaban encima. No hay que pedir cita previa, es gratuito e imprescindible para solicitar las ayudas.

Y mientras se limpia, no hay tiempo para nada más. "Parar a cocinar no es una opción", dice una de ellas mientras no cesa en el trabajo.  

Y de nuevo son los mayores los que dan una lección de vida. Uno de ellos recomienda una fórmula para salir de esta: "Tener paciencia y no enfadarse".