Dos de ellos han sido localizados en el lago de la Albufera. El otro cuerpo se ha localizado en Pedralba y ya se ha confirmado que se trata de una mujer de 30 años con síndrome de Down a la que dieron por desaparecida el día de riada. Un cuarto cadáver ha aparecido en el muncipio de Quart de Poblet.
167 personas de las más de 200 que están fallecidas ya han sido identificadas
También este viernes, más de 150 personas buscan a Rubén e Izan en las zonas cercanas a su casa en Torrent
Cuatro cadáveres han sido recatados este viernes en Valencia. Dos de ellos han sido localizados en el lago de la Albufera. El otro cuerpo se ha localizado en Pedralba y ya se ha confirmado que se trata de una mujer de 30 años con síndrome de Down a la que dieron por desaparecida el día de riada. Se llama Susana Vicent. Tenía 30 años, y su cuerpo ha sido localizado en Pedralba. En la imagen del vídeo posa con su padre de 56 años que aun permanece desaparecido. El hombre advirtió por whassap a la madre de la joven de que la riada estaba muy cerca de la vivienda. Otras dos personas han sido halladas sin vida en la mañana de hoy. Estaban en la laguna de la Albufera. Allí se ha suspendido la navegación excepto la destinada a los equipos de rescate.
167 personas de las más de 200 que están fallecidas ya han sido identificadas. Y más de un centenar ya han sido entregadas a sus familiares para que puedan darle sepultura. Datos dramáticos cuando se cumplen díez días de la tragedia.
También este viernes, más de 150 personas buscan a Rubén e Izan en las zonas cercanas a su casa en Torrent. Entre ellos hay vecinos, miembros de equipos de rescate, sanitarios y buzos, buscan desde primera hora de este viernes a Rubén e Izan, de 3 y 5 años, en las proximidades de su casa en Torrent, en la que desaparecieron durante la riada cuando se encontraban con su padre.
Los primeros miembros de este dispositivo, organizado entre voluntarios, han partido en vehículos como todoterrenos y motos, tras lo cual el grupo más numeroso ha partido a pie para recorrer el terreno de busca dividido hasta en cinco sectores. "Intentamos ir todos en fila, cinco metros de espacio entre cada uno, todos frenamos si vemos algo, damos aviso, no nos agrupamos, marcamos ubicación y seguimos adelante, no podemos formar barullo", indicaba uno de los coordinadores de la búsqueda antes de partir.
Subrayaba además la importancia de "mirar la siembra y los naranjos, que es lo que ha hecho de filtro" en la bajada del agua el pasado día 29, momento en el que los niños fueron arrastrados por la riada mientras su padre logró agarrarse a un árbol, donde permaneció cuatro horas.
Juan Manuel Solana es miembro de una organización de rescate internacional que trabaja en toda Europa y lleva días participando en la búsqueda de Rubén e Izan con un kayak que lleva una camilla de rescate con la que van "testeando" el agua y marcando puntos en los que luego los voluntarios excavan con más profundidad. "Ayer nos sumergimos hasta cinco metros y medio pero había dos metros y medio más de fango, ahí puede haber cualquier cosa", indica, antes de añadir que se encontraron camiones y coches hundidos, debajo de los cuales pueden encontrarse personas. Asegura que los miembros del dispositivo trabajan "con la mente abierta" puesto que "después de nueve días es muy difícil encontrar gente con vida" y recuerda que, además de los dos pequeños, su labor se amplía a la búsqueda de otros 28 desaparecidos en la zona.
"La búsqueda es un poco a tientas", reconoce antes de salir hacia la zona y añadir que, aunque ha participado en otros operativos complicados, en España "esto no lo había visto en la vida, parece una zona de guerra".
Los grupos han partido del aparcamiento de un restaurante cercano a la casa cuya dueña ha cedido sus instalaciones para que puedan utilizarse en el dispositivo y donde otra decena de voluntarios se afana en repartir guantes y mascarillas y preparar comida para que los participantes puedan recuperar fuerzas.
Vicky es una de las vecinas de Torrent que, aunque habitualmente vive fuera, ha vuelto estos días para colaborar en todo lo posible. "Mi madre ha hecho revuelto de bacon con huevo, hemos comprado fiambre y veinte barras de pan y hemos hecho bocadillos", explica mientras prepara café para repartirlo en termos.
En la búsqueda de este viernes participan más personas que días atrás debido al llamamiento que se ha realizado a través de las redes sociales, y a la misma se han incorporado voluntarios sanitarios -no médicos pero sí técnicos, enfermeros y auxiliares de enfermería- que se reparten por equipos con cada grupo de batida. Además otro grupo se queda en el restaurante, en cuyo patio se amontonan carteles de otros voluntarios que se ofrecen para ayudar a los damnificados en labores desde fontanería o electricidad hasta asistencia a diabéticos o servicios de veterinaria.