Más de 5.000 personas han perdido la vida en el mar en lo que va de año tratando de llegar a España
El mar se tragó las ilusiones y esperanzas de muchos de quienes sueñan con alcanzar un mundo mejor.
Senegal es uno de los países desde donde más gente intenta dar el salto a Europa.
En la crisis migratoria, las cifras son dramáticas: más de 5.000 personas han perdido la vida en lo que va de año tratando de llegar a España por diferentes vías. El mar se tragó las ilusiones y esperanzas de muchos de quienes sueñan con alcanzar un mundo mejor.
Salamba Ndiaye tenía 22 años cuando lo intentó por primera vez. Lo más lejos que llegó fue en su segundo viaje en una barcaza. Fue detenida en Marruecos y devuelta a su país, Senegal. Conoce bien lo que es estar perdida en el mar durante muchos días, pero no le asusta arriesgar su vida por tercera vez.
Salamba es estudiante y asegura que si le dijeran que hay un barco que sale para España, dejaría la entrevista y se subiría sin dudarlo.
Ser estudiante en este pueblecito de pescadores no es nada fácil. La falta de dinero impidió a Salamba continuar sus estudios en una universidad local. Aquí los sueños son difíciles de cumplir. El suyo era construir edificios, tener éxito y ganarse la vida.
La familia de la joven se dedica a la pesca, es decir, a lo poco que les dejan las grandes empresas pesqueras que han firmado contratos con el país.
Así nos lo cuenta el pescador Cheikh Gueye: "Aunque nos quedemos aquí, corremos peligro. Si estás enfermo y no puedes pagar el tratamiento, ¿no estás en peligro? Así que nos arriesgamos. O llegamos o no llegamos».
Muy cerca de ellos hay un cementerio de embarcaciones rotas o averiadas que fracasaron en su viaje. Son el símbolo de una vida que se les hace inalcanzable.
