Enigma: Cuando los cantos gregorianos del monasterio de Silos fueron superventas

Enigma es un grupo formado por Michael Cretu. nacido en Bucarest en 1957, de madre austríaca y padre rumano. Emigró a Alemania en1975, donde estudia en la Academia de Música de Frankfurt. Pronto comienza a destacar como músico de
estudio, especialmente como teclista, arreglista y productor. El primer álbum de Enigma aparece publicado en 1990, y llevaba por título 'Sadeness'.

El primer intento de Michael fue el de mantener el anonimato y que fuera la música por sí misma la que fuera capaz de cautivar al público. Enigma fue un auténtico enigma, pero la identidad de Enigma se destapó debido a una acusación de plagio por mezclar cantos gregorianos con sonidos típicos del hiphop.

Por lo que hubo que dar a conocer a los integrantes de Enigma, que no eran otros que el propio Michale Cretu, como compositor y alma mater del grupo y su esposa Sandra, cantante afamada en los años 80 y 90. Los sonidos gregorianos combinados con new age, sonidos tradicionales del viejo continente e, incluso, algunas flautas peruanas.

Así Enigma se hizo con los primeros puestos en las listas, consiguiendo varios números uno en diversos países, además de numerosos discos de oro y galardones, vendiendo más de 12 millones de copias. Aquella tendencia en España se tradujo en el disco ‘Las mejores obras del canto gregoriano’ (1993) que era una conjunción de antiguas grabaciones de la década de los setenta que la compañía de discos decidió rescatar y comercializar en formato CD, a modo de una reedición y con una tirada inicial de 40.000 copias.

Para sorpresa de todos –discográfica, monjes, crítica musical–, en solo unos meses esa primera edición se multiplicó por diez y los discos de platino comenzaron a sucederse. Aquella música divina con una línea melódica monótona, caló, sobre todo, entre los jóvenes, con una franja de edad que iba desde adolescentes a veinteañeros.

Un idilio entre un canto religioso surgido en la Alta Edad Media a las puertas de un nuevo milenio Las visitas al monasterio de Santo Domingo de Silos se doblaron convirtiéndose en un hito del turismo Aquel fenómeno español, tuvo un sorprendente eco internacional: en la primavera de 1994, la edición para el mercado anglosajón, que llevó por título ‘Chant’, había superado los cuatro millones de copias vendidas.

El disco arrasó en Europa, Estados Unidos, Sudamérica, Asia, Australia y Sudáfrica, esto es, fue un éxito mundial, y se aupó al número 1 de la lista Billboard en el apartado de música clásica. Se calcula que las ventas globales rondaron los siete millones de copias.

Surgió entonces una millonaria oferta a los moradores de la abadía de Santo Domingo de Silos, a priori imposible de ser rechazada, para grabar un nuevo disco y actuar en distintos lugares del mundo. Pero la sensatez prevaleció. Y poco a poco, aquel boom por el gregoriano se fue diluyendo hasta desvanecerse.