El turismo oscuro: cuando las piedras hablan

El turismo, ha sido, sin duda, uno de los sectores más afectados por la pandemia. Las restricciones vividas harán que los viajes se disparen cuando la situación sanitaria lo permita, por lo que expertos de todo el mundo debaten ya cómo será ese turismo post-covid, un fenómeno que tiende a la especialización.

Y dentro de ese amplio abanico, una de las opciones en crecimiento es el turismo oscuro, o lo que es lo mismo, el gusto por conocer lugares asociados a la muerte. Sin ir más lejos, numerosas rutas aquí en Andalucía, proponen al visitante vivir nuevas experiencias.

Prisiones, castillos, casas encantadas, hay enclaves que arrastran una leyenda negra, o una leyenda a secas. Desde un antiguo cementerio almohade sobre el que la Santa Inquisición colocó su cuartel general al único camposanto en España con forma redonda, Andalucía está llena de escenarios donde la historia y la superstición se dan la mano para alimentar relatos que han pasado de boca en boca. 

En esta tierra nuestra, la sorpresa puede estar detrás de cualquier esquina... Acuciados por la curiosidad, quienes se acercan a estos sitios buscan saciar un deseo, a veces inconsciente, de encontrarse con la muerte, de manera simbólica o real.

Morbo, curiosidad o adrenalina, cada cual sabe lo que le provoca esos lugares de este mundo donde dicen que habitan seres del más allá , y donde la razón y la fe tienen versiones distintas.

Si hay una página negra en la historia de España, es sin duda la que protagoniza la Inquisición, parte de cuya memoria reposa a orillas del Guadalquivir, en el castillo de San Jorge , al que acompaña una leyenda de almas errantes.

Uno de los primeros reos del tribunal eclesiástico fue Diego Ben Suson, un judío que vivió en el Barrio de Santa Cruz. Cuenta la leyenda que su hija se enamoró de un cristiano y delató a su padre, pero la culpa la atormentó hasta tal punto que ella misma se impuso un castigo para cuando muriera.

En Málaga, hablando de fenómenos inexplicables, el Cortijo Jurado es parada obligatoria. Esta gran casa a las afueras de la ciudad perteneció a una de las familias más ricas, los Heredia, que en el siglo 19 decidió construir aquí una finca agrícola y de recreo. En 2004 se comenzó el proyecto de un gran hotel con más de 200 habitaciones, pero la crisis no lo permitió. Hoy, en otras manos ya, sigue a la venta, esperando a un comprador que desafíe las supersticiones.

El enigma se alimenta también en este otro enclave, San Joaquín, muy cerca de Nerja, una antigua fábrica de azúcar que bien podría ser escenario de cine, y que recorremos con Antonio, que organiza rutas misteriosas por la provincia malagueña. Dicen que sus muros hablan, gracias a un código sólo apto para entendidos.

Llegamos a Sayalonga, un pequeño pueblo de la Axarquía malagueña, aquí se encuentra el único cementerio octogonal de España.

Un desdichado accidente alimenta en Vélez-Málaga la leyenda del "hombre sin rostro": en este pozo de La casa Cervantes cayó un viajero hace 200 años y murió ahogado. Los vecinos tienen asumida la existencia del fantasma.

La fascinación por el más allá es algo que siempre ha acompañado al ser humano. Aunque el término "turismo oscuro" es relativamente reciente, podríamos decir que es sólo la etiqueta para un fenómeno que ya existía, y que vivió un momento álgido en 1971, cuando en la localidad jiennense de Bélmez de la Moraleda comenzaron a aparecer caras en una sencilla casa de pueblo.

Caras, palabras, dibujos, sonidos, los fenómenos paranormales han de cumplir la ley de las tres e: efímeros, esporádicos y espontáneos. Señales, en definitiva, que algunos interpretan como mensajes de otro mundo. Creer o no creer.. esa es la cuestión.