En España hay más de cuatro millones de personas con un trastorno del sueño grave o crónico.
En Los Reporteros conocemos su causas y cómo afecta a quienes lo padecen.
Hablamos ahora de lo que es una pesadilla para doce millones de españoles: los trastornos del sueño. Son múltiples y también, sus causas pero pueden afectar gravemente a nuestra vida cotidiana. A veces, la cura no es fácil. De hecho, España es el país donde más pastillas para dormir se consumen. Pero, en otras ocasiones, la clave está en aprender a tener buenos hábitos de vida.
En España, doce millones de personas tienen problemas para conciliar el sueño. Las causas son múltiples pero puede llegar a convertirse en un trastorno grave que afecta a nuestra vida cotidiana. Cansancio permanente, dolores de cabeza, dificultad para la concentración son algunas de las consecuencias de quienes padecen apnea, insomnio o narcolepsia. Pero también se enfrentan, en muchas ocasiones, a la incomprensión del entorno. Esta noche, escuchamos a quienes padecen un trastorno del sueño. Cuando dormir se convierte en una pesadilla.
Marian se duerme en exceso. José Miguel, no duerme lo que necesita. Por exceso o por defecto, los problemas de sueño alteran la vida y pueden llegar a hacerla insoportable. No hablamos de una mala noche, que puede tenerla cualquiera. Hablamos de meses, de años sin dormir bien. En España hay más de cuatro millones de personas con un trastorno del sueño grave o crónico.
Estamos en el centro de salud de Marchena, en Sevilla. María Dolores lleva treinta años como matrona, preparando a las mujeres para los cambios que vivirán durante el embarazo y después del parto. Y, entre esos cambios, está la conciliación del sueño.
Son alteraciones del sueño temporales, en las que las hormonas y los bebés, mandan. Por distintos motivos, a lo largo de nuestra vida, la mayoría de las personas vamos a tener momentos puntuales de dificultad para el descanso. Otra cosa es cuando se convierte en un verdadero problema de salud.
A José Miguel le diagnosticaron apnea obstructiva del sueño, un trastorno crónico de las vías aéreas que provoca paradas respiratorias estando dormido. En casos muy graves, puede haber hasta cien paradas durante la noche. No solo impide el descanso.
En casos de apnea, la solución suele ser dormir con un aparato, llamado CPAP, que insufla aire a presión para evitar el colapso respiratorio. A José Miguel no le acaba de funcionar y hoy, después de una larga espera por la pandemia, le van a hacer una polisomnografía, una prueba del sueño, para descartar otras patologías. Tendrá que pasar aquí la noche. La prueba dura siete horas y José Miguel tendrá que esperar veinte días para conocer el resultado.
La solución la encontró en este centro de investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada. Aquí, investigadores universitarios junto a neumólogos del Hospital Virgen de las Nieves, han conseguido, por primera vez en el mundo, curar la apnea. Lo han demostrado a través de un estudio llamado Interapnea.
Detrás de esta cura, hay un programa diseñado para que los pacientes cambien sus hábitos de vida con ayuda de especialistas. Durante ocho semanas, aprenden a tener una dieta saludable, a hacer ejercicio y mantener una higiene del sueño. Porque el sueño también tiene su higiene que consiste en establecer horarios regulados para ir a dormir. Este programa no es efectivo en quienes padecen de apnea por la morfología de sus vías respiratorias.
José Miguel, que hoy viene a hacerse una revisión, nos cuenta una experiencia muy parecida. Los resultados de este estudio son una esperanza para quienes sufren apnea, un trastorno que también padecen los niños aunque no sea el más común en ellos.
Recientemente, la Agencia Europea del Medicamento ha aprobado un nuevo fármaco específico para el insomnio, el daridorexant, que aún tardará en llegar a nuestras farmacias. El insomnio afecta a entre un 10 y un 15% de la población en España, en mayor proporción, a mujeres.
A ella, que prefiere permanecer en el anonimato, el insomnio empezó a afectarle mucho antes, con poco más de cuarenta años. Y se convirtió en crónico sin saber exactamente la causa. Lleva ocho años de noches en blanco, con mucho sufrimiento. Una buena noche para ella es dormir tres horas seguidas.
En el otro extremo de los trastornos del sueño, está Marian. Tiene 26 años y es camarera. Padece narcolepsia, una enfermedad rara. Se produce por la falta de hipocretina, una especie de hormona que nos mantiene despiertos. A día de hoy, no tiene cura pero sí tratamiento con una medicación específica.
En su trabajo respetan esos pequeños descansos pero dice que, sobre todo, le afecta en las relaciones sociales y de pareja. Por eso pide comprensión para todos los que padecen un trastorno del sueño.