Manuel Parras: "Espero que la bajada de precio del aceite de oliva nos permita recuperar el consumo que hemos perdido, que ha sido mucho"

El precio del aceite de oliva, un ingrediente esencial en nuestra dieta, está bajando. El litro del virgen extra se vende ya en torno a los seis euros y se espera que siga a la baja en las próximas semanas. 

En Despierta Andalucía hablamos con Manuel Parras, catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Jaén (UJA) y presidente de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Aceite de Jaén.

"Ya está bajando el precio del aceite, de hecho en el mercado en origen ya ha bajado bastante", explica, "por una circunstancia que es perfectamente comprensible: va a haber más disponibilidad, más oferta, y cuando hay más oferta los precios del aceite de oliva, como los de cualquier otro producto, tienden a bajar".

Sin embargo, "hay un retardo entre el mercado en origen, es decir, los productores", y los puntos de venta, de modo que los precios "están bajando mucho más en el mercado en origen que en el mercado en destino", añade.

"Espero que esa bajada (...) nos permita recuperar el consumo que hemos perdido, que ha sido mucho", aunque matiza que "es verdad que los españoles en general, los andaluces mucho más, somos fieles a los aceites de oliva, pero somos fieles hasta un determinado precio, y lo hemos comprobado estas dos últimas campañas". 

"Yo espero que no baje demasiado", precisa el experto. En su opinión en esta crisis de precios elevados "nos hemos dado cuenta de la importancia de consumir un buen aceite de oliva, a ser posible virgen extra, porque lo que estamos es invirtiendo en salud, y a fin de cuentas no es tanto el dinero el que dedicamos al aceite". 

El presidente de la IGP Aceite de Jaén, la única que existe en Andalucía, explica que la Indicación Geográfica Protegida certifica que el aceite procede de aceitunas y de almazaras que están ubicadas en la provincia de Jaén. Y que sus productos van dirigidos a aquellos consumidores "que entiendan que vale la pena pagar más por algo que es identitario de un territorio" y que contribuye "a que permanezcan gentes en las zonas rurales, que los pueblos no se despuebles" y que trate de mitigar el cambio climático. Por eso espera que el precio del aceite de oliva virgen extra no baje de los 7 euros. 

Respecto a los casos de fraude que a veces se producen en torno al aceite de oliva, el catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Jaén recuerda que "el producto más susceptible de propiciar fraude son los aceites de oliva, sobre todo cuando están a un nivel de precios como los que hemos tenido". 

Y señala también, además de las mezclas fraudulentas de aceites de más baja calidad que se venden como aceite de oliva extra, otro tipo de fraude más cotidiano, el de el rellenado de los recipientes en los establecimientos de restauración, algo contrario a la ley. "Desgraciadamente vemos cómo esta práctica de relleno sigue estando muy presente en Andalucía, incluso en Jaén, cuando en Andalucía deberíamos dar ejemplo", subraya.

Considera Manuel Parras que evitar los fraudes es competencia de las administraciones públicas, pero la tarea de concienciación es cosa de todos, y de manera especial del sector.

Por eso destaca la importancia de la labor de control que realiza la IGP Aceite de Jaén: "todos los aceites se certifican, tienen que ser vírgenes extra, y además nosotros incluimos una norma, que es una novedad, y es que no certificamos vírgenes extra de aceituna recolectada después del 31 de diciembre de cada año, porque lo que queremos también es que los agricultores se acostumbren a adelantar la cosecha, porque esto va a a dar mejor calidad y, por otra parte, una mejor recuperación del árbol". 

Y reclama que todos los servicios de catering y todos los comedores que dependan de las administraciones públicas usen aceite de oliva. "En Andalucía las administraciones públicas deberían apostar por el aceite de oliva", porque "tienen una obligación con el sector oleícola".