Se trata de que los estudiantes aprendan matemáticas, lengua y a gestionar las emociones a través de la robótica.
Robots y emociones, una extraña e inspiradora mezcla que propuso el curso pasado la maestra Isabel Bocanegra a sus alumnos de quinto de primaria del Colegio de Educación Primaria San José de Calasanz de Olvera (Cádiz).
Usando contenidos digitales y recursos educativos libres, gratuitos y accesibles, aprendieron lenguaje de programación y a manejar pequeñas placas robóticas para construir sus robots.
Un proyecto que iba más allá de la hora semanal de robótica, porque se relaciona también con las matemáticas, el conocimiento del medio y la lengua, es decir, con la vida. Se trata de que los estudiantes aprendan matemáticas, lengua y a gestionar las emociones a través de la robótica.
Por eso, este proyecto de Robots y Emociones, desarrollado en esta escuela pública de Olvera, ha recibido el premio nacional a experiencias educativas inspiradoras para el aprendizaje, en la categoría de educación primaria.