El curso práctico ha sido seguido a través de Internet por 130 especialistas de España y Portugal.
Se trata de una intervención que llega a zonas arteriales hasta ahora impracticables.
Los servicios de Cardiología de los hospitales Reina Sofía de Córdoba y Virgen del Rocío de Sevilla han organizado la segunda edición del curso práctico centrado en el intervencionismo complejo de la válvula tricúspide.
Se trata de un encuentro formativo que ha vuelto a generar gran expectación y que ha reunido en dos jornadas de trabajo a 130 especialistas de España y Portugal.
Cuatro pacientes con insuficiencia cardiaca severa, tres en Córdoba y uno en Oviedo, se han sometido a una intervención que ha llegado hasta zonas arteriales hasta ahora impracticables para abordar una patología que solo podía ser tratada con diuréticos.
Según el jefe de Cardiología del Hospital Reina Sofía, Manuel Pan, el curso "pretende ser un espacio de actualización entre especialistas que trabajan en este campo de la Cardiología Intervencionista y de la imagen cardiaca, a fin de avanzar en la personalización de tratamientos, en la precisión de las intervenciones a través de la incorporación de las nuevas tecnologías de imagen que van surgiendo y que se pueden traducir en más opciones terapéuticas para determinados perfiles de pacientes que no tienen otra alternativa".
El doctor Pan ha detallado que la válvula tricúspide es una de las cuatro que regulan el flujo sanguíneo a través del corazón. Se encarga de mantener la sangre fluyendo en la dirección adecuada a través del músculo cardíaco. La válvula tricúspide separa las dos cavidades derechas del corazón (aurícula derecha) de la cavidad inferior (ventrículo derecho).
Cuando no funciona correctamente puede interferir en la dirección adecuada del flujo sanguíneo y obligar al corazón a trabajar más para llevar la sangre necesaria a los pulmones y al resto del cuerpo.
Hasta ahora, el principal tratamiento para estos pacientes consistía en la medicación, pero gracias al avance en las técnicas y de la imagen, se abren nuevas posibilidades terapéuticas no quirúrgicas como el cateterismo.
En los últimos dos años y medio, la Unidad de Cardiología del hospital cordobés ha tratado a 42 pacientes con estas características y la previsión es aumentar anualmente el porcentaje de pacientes a los que se les realizará este tratamiento.