Empresarios de Málaga y Granada fletan autocares para traer refugiados

Los primeros refugiados de Ucrania han llegado a Andalucía en las últimas horas, como en el autobús que lo ha hecho la noche de este pasado lunes a Málaga, con 46 personas a bordo. Se anuncia que llegarán más. El autocar lo ha fletado el empresario Vicente Jiménez Ifergán.

Han abandonado sus casas y a sus familias, pero han dejado un territorio hostil para refugiarse en el talante y la solidaridad de Andalucía. Galina Ganuschack lo conoce bien porque lleva 16 años en Málaga. "Llegan tranquilos, pero con pena de dejar atrás a la familia, porque los hombres entre 18 y 60 años no pueden abandonar el país", recuerda esta ucraniana que trabaja como cooperante.

Un total de 3.214 kilómetros han tenido que recorrer desde Cracovia, Polonia, adonde cruzaron huyendo del terror. El autobús de Vicente Jiménez Ifergán tiene a otros 100 refugiados esperando en Polonia para traerlos a Málaga.

Otro autobús lleva 15.000 kilos de alimentos y medicamentos con destino a Ucrania desde Granada, donde llevan días recibiendo la solidaridad de sus vecinos. Volverá con un grupo de refugiados. Es una iniciativa puesta en marcha por otro empresario, Carlos Fuentes, que iba a traerse a tres familiares de un socio pero, viendo la necesidad, se ha gastado 11.000 euros en fletar un autobús de ida y vuelta.

Los que llegan tienen que rehacer sus vidas. Como se ha visto este pasado lunes en Almería, donde hacían cola para empadronarse y poder recibir ayudas y escolarizar a los niños. El Ayuntamiento de Almería, que espera la llegada de una decena de ucranianos estos días, establecerá ayudas de emergencia social y alojamiento.

De vuelta a Granada, la Iglesia San Nicolás se ha convertido en un símbolo contra la guerra. El próximo viernes se volverá a abrir tras varios años de restauración con un acto por la paz. En estos trabajos han participado de forma muy activa artistas ucranianas que han compuesto algunos de sus murales.

Por su parte, la Universidad de Córdoba ha suspendido relaciones académicas con universidades de países que apoyen la invasión de Ucrania, lo cual supone la cancelación de vínculos en investigación e intercambio de docentes y estudiantes con Rusia y Bielorrusia. La decisión no afectará a quienes ya están en Córdoba.