El sector temía que la falta de precipitaciones en otoño mermara la cosecha, pero los efectos positivos del agua caída en la última semana ya se notan en las fincas de secano, que son la mayoría en la provincia.
Las lluvias de los últimos días están siendo muy beneficiosas para el olivar jienense. Los 50 litros por metro cuadrado de media que han caído en la provincia en la última semana contribuirán a la mejora en la producción de aceite del fruto que está en el árbol.
Los olivareros temían que las previsiones de cosecha mermaran si no había lluvia otoñal, pero el agua ha llegado y se mantienen las buenas perspectivas para esta campaña.
En los olivares de secano, la mayoría de la provincia de Jaén, estas consecuencias positivas de la lluvia ya se están notando en el árbol y en la aceituna, según explica la ingeniera agrónoma Francisca Gutiérrez. Tanto a simple vista como en la evolución de las características del fruto la mejora se espera ya se puede observar y se espera que repercuta en la próxima producción de aceite.
El engorde de la aceituna también ha hecho que olivareros resignados a no recoger el fruto por ser tan pequeño, tras las lluvias, hayan decidido, ahora sí, recolectarlo.