Seis de cada diez jóvenes en España consumen pornografía
Un estudio de la Fundación Fad Juventud entre chicos y chicas de entre 16 y 29 años revela que casi la mitad de los consumidores abusa de estos contenidos digitales y que la mayoría accede por primera vez a los 13 años o incluso antes.
Más de la mitad de los jóvenes que ven porno admiten consumir el que muestra violencia física o verbal.
Los autores de esta encuesta subrayan la carencia de una educación afectivo-sexual de calidad entre los jóvenes.
La mitad de los jóvenes españoles de entre 16 y 29 años asegura que la pornografía vista en internet les ayuda a comprender el sexo y les sirve como fuente de inspiración. Es un estudio realizado por la Fundación Fad Juventud.
Sólo la mitad de los jóvenes de la franja de edad analizada en este estudio ha recibido educación afectivo sexual en sus familias o en sus centros educativos. Si leemos los datos al revés, significa que la mitad de los jóvenes entre 16 y 29 años no ha tenido educación sexual, ni en sus casas, ni en sus colegios o institutos.
Y ante esa falta de información y formación, la solución la encuentran en internet. Y en las redes, según múltiples estudios, circula, sin control, una pornografía violenta y machista. Entre las cifras relevantes del informe destaca la conclusión de que seis de cada diez jóvenes en España (62,5%) consumen pornografía -un 72,1% en el caso de los chicos- y, de estos, casi la mitad admite que ve demasiado.
El informe 'Juventud y pornografía en la era digital. Consumo, percepción y efectos' ha sido elaborado por la Fundación Fad Juventud a través de una encuesta a 1.259 personas de edades comprendidas entre los 16 y 29 años, así como entrevistas con expertos en sexualidad, educación y género.
El estudio, presentado este jueves en Madrid, ahonda en los efectos de la pornografía en las relaciones sexuales de quienes lo consumen.
La mitad de los jóvenes que ve porno cree que abusa de su consumo y reconoce que ha intentado bajar el consumo sin éxito. Para el 35% de los encuestados el porno afecta negativamente a ámbitos importantes de su vida, como el rendimiento educativo/laboral o el sueño.
En la otra cara de la moneda, el informe apunta que "en general, el porno influye mucho o bastante en aspectos positivos de la sexualidad" de los jóvenes. En este sentido, el 59,8% de los consumidores señala que le ha llevado a experimentar más en sus relaciones, a conocer y comprender mejor el sexo (56,1%), y a tener una mayor satisfacción (49,3%). Índices, todos ellos, en los que destacan notablemente los chicos por encima de las chicas.
Por sexo, ellos son los que consumen más porno, de cualquier tipo: 22,4% de los chicos lo ve diariamente y la mitad (48,1%), al menos una vez por semana, frente al 2,1% y el 13,6% de las chicas.
Otro dato relevante de este estudio es que la mayoría de los jóvenes accede por primera vez a los contenidos pornográficos alrededor de los 13 años, aunque ellos suelen conocerlo antes.
El estudio concluye que el porno más popular es el 'porno duro' (el que muestra desnudos integrales y actos sexuales explícitos): el 45,6 % de los jóvenes consumidores lo ve con mucha o cierta frecuencia.
Preguntados por el tipo de contenido, el 55,8 % del total de jóvenes que ven porno admite consumir el que muestra violencia física o verbal. Además, cuatro de cada diez jóvenes consumidores ve contenido con violencia extrema o en el que se exhiben humillaciones. Los jóvenes en general, pero sobre todo ellas, creen que es frecuente encontrar en el porno violencia física, contenido machista y misógino, violaciones o abusos sexuales y contenido pedófilo o de abuso a menores.
De todos los jóvenes, consumidores o no, el 37 % cree que el porno fomenta la violencia sexual y un 43,1% que discrimina con frecuencia a las mujeres (un 55 % en el caso de las chicas).
El 28,2% cree que la pornografía influye en la utilización de violencia en las relaciones sexuales y el 31 %, que contribuye a generar fantasías sexuales en las que se ejerce o se recibe violencia, extremos sobre los que son más críticas las mujeres y que ellos, en muchos casos, minimizan.
Otra cuestión clave subrayada durante la presentación de este jueves es la carencia en la educación afectivo-sexual de calidad en los jóvenes que pone de relieve la investigación. Esta muestra que la mitad de los jóvenes no la ha recibido ni en su centro educativo ni por parte de su familia y 6 de cada 10 han buscado este tipo de información por su cuenta.
"El porno está jugando un papel educador porque el problema es que llega antes de que nadie les haya hablado de sexo", ha apuntado durante la presentación Alejandro Gómez, sociólogo investigador de la Fundación Fad Juventud.
Sin embargo, también ha destacado que, según la encuesta, el 59,7 % de los jóvenes cree que el porno no es fiel al sexo real y el 43,7 % niega que este sea útil para la educación sexual.
