Está acusado de un delito de apropiación indebida de fondos del partido que lideró tras abandonar el PP.
La Fiscalía pide para él tres años y medio de cárcel por gastar más de 180.000 euros en alquileres, comidas, hoteles, videojuegos o unos visillos.
El exvicepresidente del Gobierno y expresidente del Principado de Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, se sienta desde este martes en el banquillo de la sección tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo para ser juzgado del delito continuado de apropiación indebida del que se le acusa por cargar gastos personales a Foro Asturias, el partido regionalista creado en torno a su figura en 2011 tras su salida del PP.
Esta es la cuarta vez que se señala este juicio contra el que también fue secretario general del PP durante diez años, ya que en marzo y noviembre del pasado año se suspendieron por motivos de salud de uno de los magistrados y en mayo de 2023, por coincidencia en señalamientos de los abogados.
El juicio comienza con la declaración del expresidente asturiano, para el que la Fiscalía reclama una pena de tres años y medio de cárcel por considerar que utilizó para gastos propios 181.648 euros de los recursos de Foro Asturias, mientras que su defensa pide su absolución al mantener que Álvarez-Cascos era ajeno a las finanzas de su partido.
La Fiscalía decidió elevar de dos años a tres años y medio su petición de condena para Álvarez-Cascos tras la investigación iniciada al recibir en enero de 2023 nueve cajas con documentación depositadas por un particular, entre las que figuraban escrituras públicas, innumerables facturas y contratos de alquiler.
El Ministerio Público, que abrió nuevas diligencias de investigación para determinar si de aquella documentación podían derivarse nuevos delitos de apropiación, administración desleal o corrupción en los negocios, consideró además que el acusado había cargado a su patrimonio y para gastos personales 181.648 euros, frente a los 7.793 que había calculado inicialmente.
Según la Fiscalía, Álvarez-Cascos mantuvo como máximo responsable de Foro Asturias un sistema de pagos del que se valió para cargar facturas no relacionadas con su actividad política y de los que se benefició personalmente y su familia, gastos que la acusación particular que ejerce su expartido eleva a casi 219.000 euros.
GASTOS DE DIVERSA ÍNDOLE
Entre mayo de 2011 y octubre de 2016, el Ministerio Público considera que cargó 7.793 euros para pagar a un procurador por un caso previo a la existencia de Foro así como gastos de hotel y restaurantes, comida a domicilio, un juego de videoconsola, billetes de AVE, entradas para la Copa Davis así como una cama completa, una moqueta, tapicería y visillos.
La Fiscalía sostiene también que Álvarez-Cascos gestionaba de facto una sociedad constituida por su esposa que utilizó para formalizar en septiembre de 2012, "a escondidas de la Comisión Directiva de su partido", un contrato de arrendamiento ficticio de una oficina en un inmueble de su propiedad situado en el madrileño Paseo de la Castellana por 2.404 euros al mes, más 225 por una plaza de garaje.
Cuatro meses después repitió presuntamente la operación con otro despacho y dos plazas de garaje por más de 4.000 euros mensuales, contrato que estuvo en vigor hasta finales de 2014.
El escrito de conclusiones de la Fiscalía incide además en que la incorporación de Álvarez-Cascos a Foro en febrero de 2011, apenas un mes después de su abrupta salida del PP tras haber ejercido diez años como secretario general, respondió a "una oferta profesional" para liderar un proyecto político que se le trasladó varios meses antes.
La propuesta, además de incorporarse, conllevaba una retribución a cambio de dedicación exclusiva; facilidades para el mantenimiento de su residencia en Madrid y para ejercitar el régimen de visitas con sus hijos, lo que incluía alojamientos en Asturias, desplazamientos con o sin conductor y gastos inherentes al desplazamiento.
EL ACUSADO DICE QUE LOS GASTOS ESTABAN JUSTIFICADOS
En su declaración en esta primera sesión del juicio, Álvarez-Cascos ha asegurado que nunca se ha lucrado ni tenido control alguno sobre las cuentas de Foro Asturias y que, salvo dos o tres errores administrativos, todos los pagos que cargó a las cuentas del partido estaban justificados por su cargo y cubiertos por los gastos de representación y libre disposición.
"No tuve responsabilidades económicas, no me encargué de la gestión económica, no tuve tarjetas de crédito, no controlé jamás los gastos y había una estructura profesional de personas a las que yo no conocía para llevar la contabilidad, la fiscalización y las auditorías anuales, algo que se hizo impecablemente", ha asegurado al testificar ante el tribunal.
La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, asumió la presidencia del partido en 2018 y , tras obtener dos diputados en las elecciones autonómicas de 2019, se fijó como prioridad poner al día las cuentas del partido y encargó una auditoría que derivó en la querella presentada por Foro contra su exlíder en junio de 2020, tres meses antes de que Álvarez-Cascos se diese de baja del partido.