Crimen del niño de Mocejón: la familia cree que "fue fortuito"

La Guardia Civil confía en detener pronto al asesino de Mateo, el niño de 11 años apuñalado este domingo en el municipio toledano de Mocejón. A la búsqueda se han sumado agentes llegados de Madrid, así como un helicóptero y una unidad de buceadores. La policía analiza la cámara de seguridad del polideportivo donde se produjo el ataque y también las que vigilan las entradas y salidas del pueblo. Por ahora se sabe que el agresor tiene entre 16 y 18 años, con un tatuaje en la mano. Una de las pistas que se siguen es una marca significativa en ese pañuelo con que se tapaba la cara.

La Guardia Civil está analizando imágenes de las cámaras de seguridad de Mocejón como principal vía para dar con la identidad del asesino. Había una en el polideportivo y otras más en las salidas del pueblo, y en ellas esperan ver al autor de los hechos. Además se ha desplegado un fuerte operativo de búsqueda, con agentes de refuerzo llegados de Madrid, un helicóptero que rastrea campos y carreteras, y una unidad de buceadores.

El ataque se produjo a las diez de la mañana del domingo, cuando el agresor persiguió a varios niños que jugaban al fútbol, atrapando a Mateo, que recibió al once puñaladas y murió a instante. Según la familia fue un ataque "fortuito". "Le tocó a Mateo como le podía haber tocado a otro", asegura Asell Sánchez, portavoz de la familia del niño asesinado. El principal problema para la Guardia Civil es la aparente falta de motivación del ataque. La familia no tiene idea de alguien que quisiese hacerles daño a ellos o al pequeño.

El Ayuntamiento de Mocejón ha declarado tres días de luto y la Diputación de Toledo ha guardado un minuto de silencio a las doce de esta mañana en memoria del niño asesinado y de la joven de 17 años muerta a tiros presuntamente efectuados por su padrastro este sábado en el municipio toledano de Otero.