La hostelería es uno de los sectores más afectados por las restricciones horarias, sobre todo en Granada, Córdoba, Sevilla y Jaén.
En Andalucía, reclaman a la Junta poder atrasar hasta las once de la noche el cierre de bares y restaurantes y hasta las doce el toque de queda.
Además, piden a los clientes que adelanten la hora de la cena.
La hostelería es uno de los sectores más afectados por las restricciones horarias, sobre todo en Granada, Córdoba, Sevilla y Jaén. En Andalucía, reclaman a la Junta poder atrasar hasta las once de la noche el cierre de bares y restaurantes y hasta las doce el toque de queda. Además, piden a los clientes que adelanten la hora de la cena.
Los bares y restaurantes de Granada, Córdoba, Sevilla y Jaén deben cerrar a las diez de la noche. Para el sector, la nueva medida no es sostenible económicamente y reclaman poder abrir hasta las once y retrasar el toque de queda hasta las doce. La Junta tomará una decisión el miércoles.
El presidente de la Asociación de hosteleros de Sevilla y vicepresidente de la regional, Antonio Luque, espera que la Junta de Andalucía cumpla con el compromiso de sentarse a hablar con el sector antes de tomar una decisión sobre la hora definitiva del toque de queda. Insiste en que la propuesta de fijar en las 11 de la noche el cierre de los bares salvaría muchos negocios.
Pendientes de conocer la decisión de la Junta sobre los horarios definitivos tras el toque de queda decretado por el gobierno, los empresarios de bares, restaurantes y locales de ocio nocturno, consideran que el sector va directamente a la ruina. El presidente de la patronal hostelera de Cádiz, Antonio María Ceballos, asegura, que el toque de queda no afectará a la noche porque prácticamente ya ha desaparecido en la provincia.
Y en Huelva los empresarios de ocio nocturno se echan las manos a la cabeza y rechaza las ayudas públicas. No quieren subvenciones, solo que les dejen trabajar, según afirma Rafael Barba, secretario general del Círculo Empresarial de Turismo.
Otro de los revulsivos económicos los encontraba el sector en las cenas de Navidad. Hoy por hoy, -denuncian- las reservas deberían estar al cincuenta por ciento. Sin embargo, son inexistentes.