Sevilla recupera la figura del sereno
Ayudan a vecinos y comerciantes y advierten a la policía local o a los servicios de emergencia de incidencias o altercados. Les hemos acompañado en una de las noches más tórridas del año.
Sevilla ha recuperado la figura del sereno. Ahora van en parejas, visten amarillo reflectante y se llaman agentes cívicos. Son 20 y su cometido es garantizar la convivencia en las calles del centro y velar, como ellos mismos dicen, por la ciudad más bonita del mundo. Les hemos acompañado en una de las noches más tórridas del año.
Ya no tocan el pito ni cantan las horas. Ni llevan las llaves de los portales. Para ellos todo comienza con esta reunión en la que se distribuyen las calles del casco antiguo. Hemos estado con Mariló Montalvo y José María Roncero, que comienzan su ronda a las once de la noche su ruta habitual de 22 mil pasos cada jornada.
Son los nuevos serenos y ayudan a vecinos y comerciantes y advierten a la policía local o a los servicios de emergencia de incidencias o altercados. Si hay un incidente lo comunican de manera inmediata a las fuerzas del orden público. Ayudan a los turistas, a los que a menudo acompañan a sus hoteles.
Esta figura se creó en el siglo XVIII y desapareció en 1977. Ahora les han renovado tres meses y se plantean dejarlos para siempre e ir ampliando a otras zonas de la ciudad.
