Puigdemont regresa, da un discurso y desaparece delante del Parlament
El expresidente de la Generalitat ha logrado este jueves irrumpir en el acto de bienvenida organizado en el paseo Lluís Companys de Barcelona para arroparlo en su retorno. La comitiva se ha dirigido después al Parlament ya sin Puigdemont
Los Mossos han activado durante la mañana la llamada “Operación Jaula”. Un agente de la policía catalana ha sido detenido acusado de ayudar a huir en un coche al expresidente.
Con una orden de arresto activa y la premisa de que podría ser detenido en cualquier momento, Puigdemont hacía acto de presencia en el barcelonés Paseo de LLuis Companys escoltado por miembros de su partido. Eran las nueve menos cinco de la mañana. Cámaras y fotógrafos luchaban por tomar una imagen para la historia, mientras varios miles de personas le esperaban para aclamarle junto al Arco del Triunfo.
Desde primera hora era patente la fuerte vigilancia policial para evitar altercados. Después de siete años huído de la Justicia, su reaparición despertaba tanta curiosidad que no escasean las teorías sobre cómo llegó y cómo se marcharía después.
Dos minutos antes de las 9, el líder independentista se sube al escenario para darse un baño de masas.Su puesta en escena ha sido breve, justo el tiempo para aclarar, por si alguien lo dudaba, que no está dispuesto a renunciar al sueño independentista.
"He venido aquí para recordarles que todavía estamos aquí. Y todavía estamos aquí porque no tenemos derecho a renunciar”
Puigdemont ha dicho en su intervención que ningún referéndum puede ser ilegal, que el derecho a la autodeterminación le pertenece a los pueblos y que la Ley de amnistía debe servir para que "vuelva a la política lo que nunca se debió sacar de la política"
A las 9 y cuatro minutos terminaba su arenga. Atento, su abogado lo esperaba entre bastidores y ahí se le pierde la pista.
Emulando al gran Houdini, Puigdemont desaparece ante miles de ojos sin dejar rastro. Y la comitiva con los representantes de Junts, sin su cabeza visible, inicia su camino hacia el Parlament, donde a las diez tenía que comenzar el acto de investidura de Salvador Illa, que ha tenido que ceder parte de su protagonismo este día.
Hasta esa hora de la mañana se desconocía si habría más sorpresas. Lo cierto es que Puigdemont no había delegado su voto y el Parlament, blindado, sólo tenía operativa una puerta de entrada.
Tras la desaparición de Carles Puigdemont, los Mossos han activado la llamada “Operación Jaula” para intentar detener al expresidente de la Generalitat. Además, un agente de la policía catalana ha sido detenido acusado de ayudar a huir en un coche al expresidente.
La policía autonómica ha instalado controles en las salidas de Barcelona y ha movilizado a agentes de policías locales de toda la región. Los Mossos han inspeccionando vehículos, han abierto maleteros, y les han pedido a los motoristas que se quiten los cascos para confirmar su identidad. Pero ni rastro de Puigdemont. Las operación se ha levantado a primera hora de la tarde sin la detención del expresidente catalán.
La posible detención de Puigdemont responde a la decisión del juez que instruye el 'procés' en el Tribunal Supremo (TS), Pablo Llarena, que mantiene activa la orden nacional de captura tras haberse negado a amnistiar la malversación.
Ese mismo magistrado decidirá si ordena o no el ingreso en prisión de Puigdemont, que podría eludir la cárcel si presenta antes un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC) en el que pida suspender de forma cautelar dicha orden.
