En Los Reporteros escuchamos a las víctimas cuando se cumple una década sin ETA y justo después de que el líder de EH, Arnaldo Otegi, avanzara un reconocimiento del dolor causado, algo insuficiente para muchos.
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Las generaciones más jóvenes de nuestro país no tienen apenas recuerdo sobre la banda terrorista ETA. En sus libros de texto, son escasas aún las referencias al capítulo más negro de nuestra democracia. Cuando se cumplen diez años del cese de la banda armada escuchamos las voces de las víctimas. De quien sufrió uno de los primeros atentados en Andalucía y de quien quedó huérfano en uno de los últimos. Separados en el tiempo pero unidos por el mismo sufrimiento. Este reportaje es también una página de historia viva.
Es 20 de octubre de 2011, una ETA aún encapuchada anuncia el fin de la lucha armada. Diez años después, la izquierda abertzale reconoce el sufrimiento y la sinrazón. Para algunos estas palabras de Arnaldo Otegi, coordinador General EH Bildu, son insuficientes. Para otros un avance. Pero ¿hacia dónde? Porque todavía se espera una condena explícita a la violencia etarra y siguen los homenajes a los presos... Porque aún quedan más de 300 muertes sin resolver.
Y sobre todo, porque la Historia, esa que se estudia en la escuela, sigue sin explicar el capítulo más sangriento de nuestra democracia. En ese limbo sin relato permanecen, atrapadas, las víctimas.
Joaquín Vidal sobrevivió a uno de los primeros atentados de la banda terrorista en Andalucía, el más letal. Un paquete bomba explotó en la antigua prisión provincial de Sevilla. Casi una década separa el atentado de Joaquín del último cometido por el Comando Andalucía: el que dejó huérfano a Pablo hace ahora 21 años: el crimen del coronel médico Antonio Muñoz Cariñanos.
La Junta de Andalucía anuncia que reformará la ley de asistencia a las víctimas andaluzas de ETA. Víctimas del principio y el fin de la violencia de los comandos en Andalucía, recuerdan qué sintieron cuando se anunció el fin de ETA.
Joaquín Vidal, presidente de la Asociación Andaluza de Víctimas del Terrorismo, asegura que "de momento, fue digamos un respiro, una posición de alivio". Sin embargo Pablo Muñoz Cariñanos,. hijo de Antonio Muñoz-Cariñanos, asegura que "yo lo viví con mucho escepticismo".
El 17 de octubre de 2011, en la Conferencia del Palacio de Ayete, personalidades internacionales piden el cese definitivo de la violencia. Se produjo tres días después. En 1977 ETA rechazó la primera oportunidad con la Ley de Amnistía y esta segunda sí lo hizo. Según Gaizka Fernández, historiador del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, porque "en esos momentos ETA creía que podía vencer al estado de derecho, que podría presionar tanto a la democracia para que se concediesen sus exigencias, por tanto el terrorismo era útil.. y en 2011 era evidente que había sido policialmente derrotada".
Gaizka Fernández cree que las declaracions de Otegi son "un paso muy pequeño, no hay ninguna novedad significativa en los últimos ocho años". Igual lo cree Muñoz-Cariñanos para quien "están intentando lavar la cara".
Vidal pide más "Otegui y el señor Arzaik tendrían que decir que estos homenajes deben cesar, porque el hecho de matar no merece premio, ni los jóvenes deben recibir el mensaje de que matar es el camino para defender sus ideas... seas cuáles sean".
Entramos en clase de Historia. Son alumnos de segundo de Bachillerato del instituto Huelín de Málaga. Tenían siete u ocho años cuando ETA dejó de matar. En sus libros de Texto, apenas una pequeña reseña sobre la banda terrorista. ¿Se habla en las aulas de ETA? Ángela Berjano, profesora de Historia y Jefa de Estudios IES Huelín, asegura que "en la ESO es casi imposible, pero en Bachillerato tampoco mucho. Está centrado al final del franquismo, y se habla un poco de distintos grupos terroristas y es un apartado pequeño. El tiempo que se dedica a hablar de cosas anteriores a los Reyes Católicos nos hace perder la referencia del pasado cercano, que es el que creo que sí se debería entrar un poco más".
4 décadas de terror, 3000 atentados, 864 muertos, y más de 7000 afectados que estas páginas ignoran. Una ausencia que sus tiene riesgos. Series y películas como "Línea invisible", "Patria" o "Maixabel" han conseguido que una parte de los jóvenes se interese por la historia de ETA.