El secretario general de Coag-Andalucía analiza en Despierta Andalucía las expectativas para las próximas campañas agrícolas, muy pendientes de las lluvias que puedan caer este otoño.
El secretario general de la organización agraria Coag-Andalucía, Miguel López, ha analizado en Despierta Andalucía la situación del campo de cara a próximas campañas importantes como la del olivar. Y confiesa que existe “cierta preocupación” por el déficit hídrico que arrastran algunos cultivos porque “las lluvias han sido irregulares en Andalucía, según en qué fecha y cantidades han caído los índices productivos pueden variar.
Y esa preocupación se centra especialmente en el olivar de secano, pendiente de las lluvias que puedan caer en este principio del otoño. “La realidad ahora mismo es que el olivar de regadío está bien, podemos decir que vamos a tener una buena producción en regadío, pero el olivar de secano empieza a estar en mucho peligro. Lo que pase en las próximas semanas va a determinar si esa aceituna que está en el árbol se va a convertir en aceite de verdad o al final se va a marchitar, se va a perder”, alerta Miguel López.
Y sobre la situación, en general, del sector agrario, el dirigente de Coag-Andalucía insiste en la necesidad de un plan de medidas fiscales para la supervivencia de las explotaciones. “Hemos pasado a un incremento de los costes de producción brutales, un 66% en los combustibles, una subida del 50% en los fertilizantes, un 30% en los fertilizantes. Y esta subida de los costes ha venido para quedarse”. A ello suma la necesidades de un plan que aborde definitivamente la gestión del agua, con medidas para fomentar la reutilización.
Y sobre todo, advierte, “habrá que controlar el agua, aquí no puede llegar cualquiera y pinchar donde le dé la gana, abrir un pozo y poner regadío porque tenga dinero en el bolsillo”. Denuncia así la proliferación de inversores ajenos al sector. “Tenemos aquí a los fondos de inversión, vamos a tener cuidado porque estamos hablando de la alimentación del futuro”, avisa López.
El responsable de Coag también vuelve a denunciar el efecto que causa en las producciones locales la competencia de países terceros. No sólo por la caída de los precios sino también por la falta de controles sobre esas producciones que no están sometidas a las mismas normas que las europeas en el uso de productos fitosanitarios. “Es un problema de salud pública también”, señala.
Y sobre la política de la Unión Europea, Miguel López denuncia falta de coherencia. “Queremos proteger el medio ambiente pero luego traemos los melones de Perú. Eso no tiene huella de carbono?”, se pregunta.