Drones para luchar contra las plagas de mosquitos en Huelva
La Diputación provincial pone en marcha este innovador y eficaz sistema en espacios de difícil acceso, como las marismas mareales.
Permite una mayor precisión en sus actuaciones, es más ecológico y se disminuye el nivel de ruidos.
El Servicio de Control de Plagas de la Diputación de Huelva es reconocido dentro y fuera de España por su especialización y eficacia. Presta sus servicios desde la década de los años 80 del siglo pasado.
Ahora da un paso más y, tras una fase de prueba, pone en marcha un equipo de drones para los tratamientos de control de mosquitos, una novedad tecnológica que aporta numerosos beneficios.
Algunos de los avances que aporta el uso de drones en el tratamiento de control de mosquitos es la reducción en la emisión de ruido, la ausencia de gases de combustión, su precisión en las zonas a tratar o su uso en espacios de difícil acceso, como pueden ser las marismas mareales de Huelva.
Y es aquí precisamente, en una zona de marismas, donde han echado a volar los primeros drones para los tratamientos de control de mosquitos durante esta campaña, como nos explica Arturo Alpresa, diputado provincial de Medio Ambiente.
La necesidad de reducir las plagas de mosquitos fundamentó la constitución de este departamento en los años 80. Casi cuatro décadas después, el servicio incorpora nuevas tecnologías para mejorar su eficiencia.
Los drones funcionan con baterías eléctricas, por lo que tienen un impacto muy bajo respecto a la huella de carbono, ya que pueden abastecerse a partir de fuentes de energía renovable. Además, disponen de medios de posicionamiento espacial que aportan un plus de fiabilidad respecto a las zonas a tratar, permitiendo dirigir las aplicaciones biocidas de forma muy segura, y con substanciales ahorros en los consumos de insecticidas.
Otro aspecto a destacar es su enorme maniobrabilidad, que les hace especialmente aptos para ser usados en medios silvestres. La baja cota de vuelo, la reducción en la emisión de ruido, o la ausencia de gases de combustión convierten a los drones en equipos de aplicación muy prometedores en cuanto a su desarrollo en los próximos años, sobre todo en ambientes sensibles, como pueden ser los espacios naturales protegidos.
