Las rebajas que ya no existen: el pequeño comercio se adapta ante la presión de los grandes

Acaban de comenzar las rebajas de verano y el comercio tradicional tiene que hacer frente a la competencia de los grandes centros comerciales y a la venta por Internet.

Los pequeños comerciantes insisten en que se vuelvan a regularizar los periodos de rebajas para competir en igualdad de condiciones. Mientras, los que van quedando en los centros de pueblos y ciudades tratan de adaptarse a estos tiempos, tanto para mantener su actividad como el empleo.

Es el caso de la ciudad de Jaén, donde muchos comercios tradicionales siguen tratando de mantenerse a flote ante el empuje del comercio electrónico y de los grandes grupos de distribución. 

A su favor juega el trato directo, la calidad del producto y el conocimiento de la clientela, pero las constantes ofertas del comercio electrónico y las campañas de mid season, black friday o cyber mondey erosionan sus ventas y acaban por diluir los periodos de rebajas. 

Los comerciantes llevan años denunciando esta liberalización de las rebajas. Mientras esperan una regulación que no acaba de llegar, cada cual aplica sus propias estrategias para mantenerse a flote: desfiles de moda online para exponer en las redes sus propios productos, adaptación al comercio electrónico, fidelidad.

Así es como se va adaptando estas tiendas de barrio, del centro de pueblos y ciudades andaluzas, aquel comercio tradicional que va quedando.

Y esa situación hay quien la está resistiendo y quien no. Por eso muchas tiendas van cerrando. Desde 2008, más de 17.000 en nuestra comunidad, según la Confederación de Comercio de Andalucía.